España

Las 10 imágenes inolvidables del Congreso Nacional de Laicos 2020





1.- Arranque con impronta femenina

El Congreso Nacional de Laicos 2020 arrancó en la tarde del viernes 14 de febrero con voz de mujer. Tanto la que se escuchaba en el “off” del vídeo que recibió a los congresistas, como la de los testimonios de los cristianos que fueron apareciendo en la pantalla gigante. También, sobre el escenario, con la periodista María Ángeles Fernandez como conductora del acto inaugural. Ellas eran mayoría también en el auditorio. Impronta femenina para marcar un antes y un después.

2.- Isaac Martín, el laico que marcó el terreno

La intervención del portavoz de la comisión organizadora del Congreso, su intervención fue la más aplaudida durante el acto de inauguración. No le hizo falta echar mano de tono o lenguaje agresivos para reivindicar desde la serenidad el lugar del laicado español en la Iglesia en la sociedad. “No somos laicos por defecto sino por vocación”, afirmó. En esta misma línea se desarrolló la primera ponencia elaborada por el equipo coordinador del Congreso y que pronunció el director editorial de Cope, José Luis Restán.

3.- El recado de Francisco a los cristianos españoles

En la inauguración oficial del Congreso tomaron la palabra el ‘ministro’ vaticano para los laicos, el cardenal Kevin Farrell; el presidente del Episcopado, el cardenal Ricardo Blázquez, y el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. Junto a ellos, el nuncio Bernardito Auza. Bajo el brazo, llevaba el mensaje del Papa para los allí presentes. Con un recado nada baladí: evitar las tentaciones del clericalismo, competitividad, carrerismo eclesial, rigidez y negatividad.

4.- Una vigilia a corazón abierto… de los católicos en la política

La noche del viernes concluyó con una vigilia de oración. Los laicos tomaron la palabra desde la Palabra que les enviaba a ser sal y luz. Silencio de adoración roto por el testimonio de un cristiano que se tomó en serio la llamada de la Iglesia a embarrarse en la política. Entre las amenazas de ETA y los quebraderos de conciencia por la reforma del aborto, el confundador de Cristianos Socialistas, Carlos García de Andoin, alzaba la voz sin estridencias, consciente de que quien estaba enfrente podría no compartir el matiz del escaño, pero sí su compromiso con el Evangelio en la vida pública. Un aplauso orante avaló su compartir desde el ser más allá de lo circunstancial.

5.- Itinerarios para centrarse y descentrarse

El formato congresual de ponente y oyente, desterrado si lo que se busca es una Iglesia sinodal que dé voz al Pueblo de Dios. Tan solo unas pinceladas para centrar el tiro, también para descentrarse de el “habriaqueísmo”, la autorreferencialidad y el anticlericalismo. Cova Orejas, Gabino Uríbarri, Xavier Morlans y Agustín Domingo Moratalla motivaron los cuatro ejes de trabajo: acompañamiento, formación, primer anuncio y vida pública.

Con el empuje de las motivaciones en los itinerarios, los cuatro grandes grupos de escucha, tomaban la palabra en 40 líneas temáticas. Talleres para aportar experiencias que se dan a pie de obra… ¡y qué funcionan! Lo mismo de marketing religioso a manos del laico dominico Carlos Luna, que en la voz de Ana y Marcos, misioneros seglares de MISEVI.

6.- El secreto está en la masa…, en lo pequeño

Tras rumiar lo escuchado en los itinerarios y compartir la vivencia de los talleres, era el momento de proponer. Asambleas sinodales. 80 grupos de reflexión, de 25 personas en cada uno. Diálogo. Poco mensaje quejumbroso y derrotista. Mucha sugerencia propositiva desde la pluralidad. Sin juicios. Y todo, para elaborar un documento final de todos y para todos.  Una hoja de ruta para una Iglesia en la que no cabe un pastor sin rebaño.

7.- Comparte, que algo queda

Y entre tanto debate y propuesta en lo formal, en lo informal también se siembra el encuentro y la misión compartida. En los pasillos entre taller y taller. En el café a un euro. En la cola del almuerzo o la cena para recoger la bandeja. En los stands donde las editoriales buscan hacer realidad esa llamada a la formación que una y otra vez se reiteraba en ponencias y grupos. En el ‘photocall’, sea por grupo de origen o por realidad carismática. En las redes sociales, para que lo vivido en Madrid no se quedara encerrado en un pabellón de cristales y hormigón. Ahí también se hace Iglesia.

8.- Cantar con matices sin desentonar

Los músicos católicos, a una. Prestando su talento individual para formar un coro cargado de matices donde nadie desentona. Lo mismo en las celebraciones, que en el concierto del sábado por la noche. O en los momentos de respiro en la zona de acogida.

9.- Una ponencia final regalada a dos voces

Apenas tres horas de sueño para la comisión organizadora para dar a luz una ponencia final que recogiera lo trabajado el sábado en los grupos de reflexión y perfilara las bases del papel del laicado español en los próximos años. Para la puesta de largo, una exposición a dos voces para contagiar el trabajo de muchos: una laica y un prelado. La periodista malageña Ana Medina y el obispo auxiliar de Barcelona, Toni Vadell. De tú a tú, corresponsabilidad en el turno de palabra, en la frescura del lenguaje y en el buen humor. ¿Un titular? “Los laicos no somos actores de reparto ni en la Iglesia ni en la sociedad”.

10.- De la mesa a la misión

‘Pueblo de Dios en salida’. Lema para un congreso que solo tiene sentido de la misa a la misión. El envío desde la mesa de la comunión. La eucaristía en la diversidad de dones de la Iglesia diocesana, los carismas religiosos, los movimientos, las fundaciones, las asociaciones, las ong y demás realidades eclesiales. “Con valentía y esperanza”, apostillaba en su homilía el cardenal Blázquez.

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