El problema vocacional no es solo un problema en la selva amazónica; la situación europea lleva siendo difícil en las últimas décadas. Aunque no todo está perdido. Según datos del Instituto Polaco de Estadísticas de la Iglesia Católica –y recoge NFP–, hoy en día, 1 de cada 4 ordenaciones de sacerdotes diocesanos católicos en Europa tiene lugar en Polonia, aunque las cifras no dejan de constatar la tendencia a la baja generalizada.
En el país polaco, se ordenan unos 350 nuevos sacerdotes cada año, suponiendo esta cifra el 26% del total de presbíteros seculares del Viejo Continente (1.272 es el dato de 2017). El número total de ordenaciones en todo el mundo, ese mismo año, fue de 5.800.
Los datos globales marcan una cierta tendencia al alza en cuanto a ordenaciones en todo el mundo desde el año 2000. Sin embargo, en Europa sucede los contrario, rebajándose la cifra en casi 20.000 ordenaciones menos en las últimas décadas.
A esto se suman otros datos preocupantes, el aumento de los candidatos que abandonan el sacerdocio. Unos 739 presbíteros lo hicieron en 2017, 146 de ellos en Europa. Al lado de estas cifras en Polonia abandonaron el presbiterado 73 personas, la mitad del continente. Tendencias que son similares en las congregaciones religiosas.
Los buenos datos de sacerdotes no implican que la Iglesia polaca no haya perdido peso en la sociedad del país de Wojtyła. En las últimas encuestas, el 54% de los polacos aseguran que no confían en la iglesia y sólo el 33% lo hacen en el momento actual.