El sacerdote y teólogo español Julián Carrón presentó este 18 de febrero su libro ‘¿Dónde está Dios?’. El evento, organizado por el movimiento Comunión y Liberación en Monterrey, se llevó a cabo en el Centro Cultural Plaza Fátima, en San Pedro Garza García, Nuevo León.
La obra de Ediciones Encuentro, da cuenta de las conversaciones que Julián Carrón, como presidente de Comunión y Liberación, sostuvo con el periodista italiano Andrea Tornelli sobre cuestiones relacionadas con la fe cristiana, la dinámica con la que el cristianismo se comunica y el testimonio que éste debe ofrecer en una sociedad “que va en camino a ser poscristiana”.
En entrevista para Vida Nueva, Julián Carrón explica: “En el libro se habla fundamentalmente de la situación de la fe en el contexto cultural de nuestro tiempo, donde tantas personas están viviendo un momento de incertidumbre, de confusión; es como una oportunidad de afrontar estas cuestiones en un intento por dar una respuesta a algunas de las preguntas que los hombres de nuestros tiempos se hacen sobre la fe”.
Y es que, para Carrón, tanto en España como en México, los cristianos han vivido la religión “como un deber que tenemos que cumplir o como una serie de reglas a las que tenemos que atenernos, sin ver el atractivo que puede tener para la vida, para afrontar y encontrar una respuesta a los desafíos que todos tenemos en el matrimonio, el trabajo, la vida social, la vida política, cultural, con los hijos”.
El autor está más que convencido de que la fe cristiana puede contribuir a la solución de estos problemas. “Los cristianos tenemos el desafío de cómo hacer que la fe puede resultar una contribución a esta situación que vivimos todos para que no se perciba como cosa del pasado o que es para ancianos que no viven los desafíos del presente. Tenemos que hacer que la fe tenga un significado y un atractivo en el mundo que vivimos”.
Dios en el contexto de violencia
Sobre la situación de violencia que se vive en México, particularmente con el asesinato de la niña Fátima en la capital, que ha conmocionado al país, el sacerdote recordó que desde la época en que vivió Jesús ocurrían hechos violentos; “el poder político actuaba de manera muy violenta contra la gente o ciertas situaciones sociales eran infinitamente peores que las nuestras, gente que era crucificada”.
Y en este contexto –dice– aparece Jesús, ofreciendo una mirada nueva sobre la vida, una esperanza distinta; y lo mismo puede suceder en el presente, cuando uno lo encuentra, empieza a vivir la vida sin violencia porque tiene una paz, una capacidad de estar en la realidad que no necesita eliminar al otro para poder vivir”.
Carrón aseguró que encontrar a Dios equivale a tener relaciones humanas verdaderas, en las que lo que prevalece es la relación de cercanía, amistad, cordialidad. “¿Quién no desearía ir a su trabajo y tener relaciones cordiales, o vivir una cercanía con los vecinos, o tener un matrimonio sin violencia? Cuando uno encuentra a Dios empieza a descubrir que la vida se puede vivir de otra forma; y si esto no sucede hoy, entonces el cristianismo ha desaparecido del mapa, de la realidad como posibilidad de una novedad de vida, y entonces la vida será mucho más oscura con menos esperanza y perspectiva de cambio”.
El movimiento
Al hablar sobre el movimiento, el cual tiene presencia en 90 países, Julián Carrón aseguró que día a día se esfuerzan por suscitar de nuevo el interés por el cristianismo; nosotros creemos que, a través de estas iniciativas que tomamos en la sociedad, podemos dar una contribución al desafío que tenemos todos delante”.
Al referirse al logro de uno de los objetivos de Comunión y Liberación, que es la búsqueda de la verdad, la belleza, la justicia y la felicidad que “no se agota nunca”, Carrón señaló que la primera cosa es que estas exigencias se hacen cada vez más vivas para los que están dentro del movimiento.
“La contribución que podemos ofrecer es que constantemente, por la belleza de lo que vivimos, no se pierde la ilusión de volver a levantarse cada mañana con un deseo y vivacidad para poder enfrentar la jornada, para poder responder en los momentos de apatía que uno vive o a comenzar de nuevo la vida, sin que la perdamos”.
Carrón aseguró que los miembros del movimiento buscan sostenerse en esta primicia para poder comunicarla en los ambientes donde se sufre la incertidumbre y el escepticismo. “Queremos que la vida pueda tener un significado atrayente y las personas lo puedan ver en alguien quien vive a la altura de estas exigencias”, añadió.
Finalmente, deseó que cada persona pueda “interceptar en su camino y en su vida una presencia que lo haga despertar, una curiosidad que lo ponga en movimiento, para que la vida que vivimos no la perdamos viviendo”.