‘Wells of Hope’ –’Fuentes de Esperanza’– es el documental con el que Talitha Kum, la red contra la trata de personas de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), quiere denunciar esta nueva forma de esclavitud en la cuenca del Mediterráneo, una región donde el fenómeno está aumentando.
“Estoy aquí para contar la historia de mujeres árabes fuertes y comprometidas en un proyecto contra la trata de personas”. Así comienza el documental producido por Aurora Vision con la dirección de Lia Giovanazzi Beltrami y presentado hoy en Roma, con el respaldo del subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, Fabio Baggio.
El documental relata las actividades de Talitha Kum en esta zona, donde el nuevo proyecto busca intensificar los esfuerzos para prevenir, proteger y brindar asistencia a las víctimas de esta lacra. Tal es su valor que ha sido seleccionado para el Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos de Nepal, que se celebrará del 4 al 7 de marzo.
“La cuenca del Mediterráneo es un lugar de encuentro entre diferentes culturas y religiones. Estamos convencidos de que el encuentro entre la diversidad y las relaciones de confianza son la base para sembrar gestos concretos de esperanza para muchas mujeres, niños y hombres explotados en esta región”, dice la hermana Gabriella Bottani, coordinadora de Talitha Kum.
Llegar a los más vulnerables
Marie Claude Naddaf, coordinadora de ‘Wells of Hope’ agrega: “Juntos queremos llegar a nuestros hermanos y hermanas más vulnerables para iniciar un viaje de libertad con ellos y revivir la vida después de tanto sufrimiento y humillación, alimentando la esperanza en un mundo mejor”.
Las historias narradas en el documental quieren “sacudir la conciencia, ponernos en contacto con las heridas de una tierra que se ha convertido en la encrucijada del ‘tráfico inhumano’, un escenario aterrador de reclutamiento, secuestro, transporte y transferencia de las personas más vulnerables, especialmente las mujeres y niños, también interceptados por traficantes de órganos despiadados”, explica la red contra la trata de la UISG.
“Rodar ‘Wells of Hope’ no fue fácil, debido al contexto geopolítico, la presencia de conflictos, la diversidad de religiones y culturas. No pudimos grabar en Líbano y Siria; la delicadeza del tema del tráfico también impidió muchas tomas y, por lo tanto, elegimos la línea simbólica, donde el poder de las imágenes y la música entusiasman al espectador. El punto fuerte en la realización de ‘Wells of Hope’ fue la determinación de las mujeres que conocimos”, explica la directora del documental, a la vez que ha alabado el trabajo de Talitha Kum, que huye de “personalismos” y demuestra su “compromiso” con esa situación.