En las últimas horas, una información de El Diario había revolucionado Sevilla. Según el periódico digital, la Hermandad de La Macarena había decidido exhumar, después de Semana Santa, los restos de Gonzalo Queipo de Llano, uno de los principales generales del bando franquista en la Guerra Civil. Pero no para sacarlos del templo, donde lleva enterrado desde su muerte en 1951, sino para ser trasladado apenas unos metros, al interior de la sacristía, dentro de un columbario que estaría a punto de terminarse.
Para los detractores de Queipo de Llano (a quien se atribuye una represión severa en toda la región andaluza, quedando para la Historia sus arengas radiofónicas, en las que incluso llamaba a violar a las mujeres al entrar sus tropas en las principales ciudades), este pequeño cambio escondía una maniobra para burlar a la Ley de Memoria Histórica, que rechaza la exaltación del franquismo en lugares públicos. Al ser la sacristía un lugar en teoría alejado de las visitas del público en general, no se incumpliría la legislación y el general no tendría que abandonar el templo hispalense, uno de los más conocidos e icónicos de la ciudad.
Sin embargo, a primera hora de este sábado 22 de febrero, la Hermandad ha publicado un comunicado en el que desmiente categóricamente esta información, destacando que es “absolutamente incierta” y que “nunca ha sido contrastada” con ellos, pues solo se apoya en fuentes de la Junta de Andalucía.
Además, se niega que haya habido contactos recientes con la familia Queipo de Llano y que haya una fecha concreta para el inicio y la finalización de los columbarios de la sacristía, por lo que las supuestas fechas de la exhumación (El Diario habla de entre el 5 y el 12 de abril) son “una invención”.