La diócesis de Jaén se une a la manifestación en defensa del olivar

La curia de Jaén se ha unido esta mañana a la manifestación en defensa del olivar. Así, se ha descolgado una gran pancarta desde la fachada del obispado con un lazo verde en apoyo a los agricultores. El vicario general de la diócesis, Francisco Juan Martínez Rojas, y el vicario de Economía, Rogelio Garrido Checa, han acompañado la concentración en la plaza de Santa María de la capital.

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Martínez Rojas ha querido dejar constancia durante la manifestación del respaldo diocesano al olivar jiennense, “ya que se trata de la base de la economía de Jaén”. En este sentido, ha denunciado que el olivar está siendo maltratado. “En la raíz hay un problema político y, también, hay un problema a nivel económico, tanto de gestión del olivar como de gestión de la producción y comercialización del aceite”, ha remarcado.

Asimismo, el vicario ha insistido apuntando que “nuestra gente trabaja por unos sueldos ínfimos, cuando otros se están lucrando de una manera totalmente injusta del trabajo de los hombres y mujeres de Jaén”. El sacerdote ha dejado claro que toda la diócesis quiere ser solidaria con las necesidades y los problemas de la provincia.

El obispo, con los agricultores

La semana pasada, el obispo de Jaén, Amadeo Rodríguez Magro, en una carta enviada a los miembros de las cofradías y hermandades de San Isidro, con motivo del encuentro nacional que se celebrara en Fuerte del Rey el próximo abril, ya apoyó al sector agrícola y olivarero, porque su labor es “fundamental para la sociedad y la dignidad de aquellos que se dedican a la agricultura”. 

En la misiva dio su apoyo a las familias dedicadas a la agricultura en este momento de dificultad para el campo, en general, y para el olivo en particular. El prelado ofreció poner “ante el altar del amor de Dios los problemas y dificultades del campo jiennense y le pide a los participantes en el encuentro que pongan también ellos la ofrenda de su trabajo, sus sacrificios y sus esperanzas”. Sin embargo, es consciente de que la soluciones a los problemas del campo tiene que venir, hoy también, de una justa política agraria.