A pesar del asedio de críticas y recelos, el ‘Camino sinodal’ alemán es imparable y lo muestra y compromiso y la satisfacción de los participantes. El último en mostrar su satisfacción ha sido el obispo de la diócesis sajona de Hildesheim, Heiner Wilmer, para quien “un ‘que todo siga igual’ sería una traición al Evangelio”.
El prelado, que ha presentado la iniciativa “María 2.0” ha reclamado que la reforma de la Iglesia se una realidad. “La Iglesia debe cambiar”, reiteró el prelado que apuesta por iniciativas evangelizadoras para poner en marcha ese cambio.
Por ello, pide a la samblea de obispos y laicos alemanes el coraje necesario. Hay que “reflexionar y orar juntos y no tener miedo de pensar en cosas que no fueron así en el pasado, porque los tiempos, las culturas y la inculturación muy concreta del evangelio están cambiando”, señaló a la agencia Katholisch.de. Por ello ha pedido a todos paciencia y perseverancia en la tarea que tiene el “Camino sinodal”. “Seguiremos avanzando, manteniéndonos animados y no nos dejaremos derrotar”, señala.
A las puestas de la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Alemana, que se reunirá a comienzos de marzo en Mainz, en la diócesis de Hildesheim se han manifestado unos 300 fieles reclamando la igualdad de derechos para las mujeres en la Iglesia Católica. El obispo aseguró que se hará eco de la reclamación en la reunión de los obispos.