El obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, ha roto su silencio en relación a la polémica del “pin parental”. “Está absolutamente aceptado por la gente, desde el sentido común que los padres son los responsables de la educación de los hijos; es lo que se ve con normalidad en todos los países democráticos de nuestro entorno”, aseguró ayer en declaraciones a Europa Press el prelado que, en plena gresca política entre los gobiernos central y autonómico, se mantuvo al margen.
Lorca Planes confía en que este derecho “sea respetado con serenidad”, a pesar de que se hayan dado “algunos intentos de someter el cuidado de los hijos a la comunidad”. “Este hecho ha fracasado, es contra natura”, apostilla.
No es el mayor problema
“Quién mejor que los padres van a querer lo mejor para los hijos”, defiende el obispo, que recordó además como la Constitución defiende esta misma tesis. En cualquier caso, restó importancia a la cuestión del ‘pin parental’ al asegurar que no es el problema “más importante de la sociedad”.
Además de argumentarlo desde un punto de vista civil, Lorca Planes también aborda el tema desde la mirada de Francisco. Echando mano de la encíclica ‘Amoris laetitia’, remarca cómo el Papa se refiere a la “obligación gravísima” de los padres en relación a la educación de sus hijos: “Es un derecho esencial e insustituible que están llamados a defender y que nadie debería pretender quitarles”.
Un don de Dios
“En eso nos apoyamos, pero no solo porque lo ha dicho el Papa, sino porque para los cristianos los hijos son un don de Dios, son de Dios y él los pone al cuidado de los padres en una familia, en un hogar”, explicita el obispo.
En esta misma línea, afirma que el Papa considera que “el Estado ofrece un servicio educativo de manera subsidiaria”, pero que, bajo ningún concepto, “la escuela no sustituye a los padres, sino que los complementa”.
