La Conferencia Española de Religiosos y Religiosas (CONFER) se desmarca de la llamada “Revuelta de mujeres” que se ha convocado para este domingo 1 de marzo y que plantea protestas a las puertas de alguna catedrales, tomando Madrid como epicentro. “CONFER no ha firmado el manifiesto que se leerá en este acto”, sentencia a través de una comunicado la entidad que aglutina a 38.688 consagrados de nuestro país, entre ellos, 29.170 mujeres.
Eso sí, la Vida Religiosa española aclara en el texto que, al margen de esta iniciativa, “apoya todo el trabajo que se realiza en distintos ámbitos por el reconocimiento de la igualdad y los derechos de las mujeres”.
Lenguaje patriarcal y sexista
La “Revuelta de Mujeres” está promovida por dos versos colectivos eclesiales y busca, según reza el manifiesto, recuperar “una Iglesia donde las mujeres seamos reconocidas como sujetos de pleno derecho, con voz y voto en todas partes y valoradas por nuestros talentos y carismas”.En esta misma línea, las entidades convocantes de las concentraciones de este domingo subrayan, entre otras cosas, que “no pararemos hasta que se elimine el lenguaje patriarcal y sexista en las homilías, textos litúrgicos y documentos; hasta que la moral sexual de la Iglesia se preñe de ternura y misericordia y deje de culpabilizar a las mujeres”.
Entre los promotores de la cita, se encuentran Mujeres y Teología de Madrid, Red Miriam de Espiritualidad Ignaciana Femenina, Colectivo Agar, Asociación de Teólogas Españolas (ATE), Mujeres de: Alandar, Fe Adulta, MOCEOP, JEC, JOC, Profesionales Cristianas, Comunidad Kedate, LTBI Creyentes y muchos otros colectivos de mujeres de parroquias y comunidades cristianas. Como portavoz principal del colectivo, se encuentra Pepa Torres, religiosa apostólica del Sagrado Corazón. “Nunca más una Conferencia Episcopal sin nosotras”, entonó Torres en la rueda de prensa celebrada esta semana en la que comentó que la protesta “no tiene un carácter rupturista ni queremos violentar a nadie, queremos sensibilizar a hombres y mujeres y recuperar esa mirada transgresora de Jesús”.