El padre del pequeño ha denunciado la situación a través de Facebook, resaltando lo incomprensible de que su hijo “sea rechazado por la fe católica debido a su incapacidad de comunicarse”
Anthony LaCugna es un niño autista con incapacidad para comunicarse verbalmente. Y, por este motivo, su parroquia de Jackson y la Arquidiócesis de Trenton (Estados Unidos) le han prohibido hacer la comunión. Así lo comunicaba su padre, Jimmy LaCugna en un post de Facebook, donde explica que el párroco, junto con la arquidiócesis, habían tomado esta decisión “ya que Anthony no puede determinar lo correcto de lo incorrecto debido a su discapacidad”.
“Sienten que no está a la altura del ‘punto de referencia requerido para hacer su comunión'”, continúa el padre del pequeño Anthony. “Esto es muy difícil y molesto de comprender”, dice, ya que “todos somos creados por Dios y ahora nuestro hijo está siendo rechazado por la fe católica debido a su incapacidad para comunicarse”.
Asimismo, LaCugna ha señalado que espera que su mensaje –que ya ha sido compartido más de 10.000 veces– se “haga viral” para que las partes involucradas sientan “vergüenza por este acto descorazonador contra un niño que tiene una discapacidad y que ni siquiera podría crear un pecado, porque es uno de los niños más dulces e inocentes que se puede conocer”.
Además, el padre del niño ha expresado que espera que “ningún otro niño o familia tenga que lidiar o sentir” lo que han sentido en los últimos días. “¡El Padre Bambric de la Iglesia Saint Aloysius y la Arquidiócesis de Trenton deberían estar avergonzados de sí mismos por esto!”, subraya.
Por su parte, la parroquia contestó, también a través de Facebook, refiriéndose al artículo 913 § 1 del Derecho Canónico: “Para que la Eucaristía más santa sea donada a los niños, es necesario que hayan recibido suficiente conocimiento y una preparación cuidadosa para que entiendan el misterio de Cristo según su capacidad y pueden recibir el cuerpo del Señor con fe y devoción”. La parroquia enfatiza que si la persona no está lista, el sacramento puede posponerse, por lo que no promete a los padres que esta situación se vaya a resolver ni aclara si el niño podrá hacer la comunión en algún momento.