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Fe y Alegría, el movimiento de educación popular más grande de América Latina cumple 65 años

  • Bajo la consigna que esta red “comienza donde termina el asfalto, donde no gotea el agua potable, donde la ciudad pierde su nombre”, fue fundada por José María Velaz en Caracas
  • Vida Nueva conversó con Luisa Pernalete, integrante del equipo directivo de Fe y Alegría Venezuela, para analizar la situación del país que vio nacer a este movimiento





Con 1.600 centros en 22 países del mundo y más de 40.000 colaboradores, la Federación Internacional Fe y Alegría, uno de los movimientos de educación popular más grandes en América Latina, cumple este 5 de marzo, 65 años.



Su fundador el sacerdote jesuita José María Velaz, nacido en Chile y de ascendencia española, llegó a Caracas y entre sus incursiones en las barriadas más pobres de la capital venezolana, comenzó a cavilar una propuesta educativa en redes para dar la oportunidad de salir de la miseria a los niños con menos recursos, bajo la consigna que esta red “comienza donde termina el asfalto, donde no gotea el agua potable, donde la ciudad pierde su nombre”.

Fue así como ese inolvidable 5 de marzo de 1955 –en plena dictadura de Marcos Pérez Jiménez– comenzó la  primera escuela en la planta baja de una casa que Patricia y Abraham, un humilde matrimonio, le cedieron al jesuita en la urbanización 2 de Diciembre, llamada luego el barrio 23 de Enero.

Esperanza y agradecimiento

Pese a los grandes avances en materia educativa y el reconocimiento del propio papa Francisco, esta celebración aniversaria, se ha visto empañada por la difícil situación que atraviesa Venezuela, precisamente el país que vio nacer a este movimiento.

Sin embargo el director nacional de Fe y Alegría Venezuela, Manuel Aristorena, en un comunicado, ha informado que “en medio de esta dura realidad” se han organizado para desarrollar algunos eventos para “vivir este año con un tono de esperanza y agradecimiento”.

“Queremos que nuestra celebración sea una oportunidad para alimentar la Esperanza. ¡Quién dijo que se acabaron los sueños! Seguimos apostando por hacer realidad el sueño de una Venezuela digna, productiva y democrática”, ha expresado.

“Sin maestros no hay escuelas”

“Una quincena nos alcanza sólo para un kilo de queso y hoy los docentes están por vocación”. Ha denunciado, a través de radio Fe y Alegría,  Aléxica Carrero, coordinadora pedagógica de esta red en el estado de Mérida, en Venezuela, durante una protesta de maestros.

Luisa Pernalete, integrante del equipo directivo de Fe y Alegría Venezuela, ha confirmado a Vida Nueva esta situación: “Tenemos cada vez menos maestros, según la Dirección nacional hacen falta tres mil maestros y eso no es fácil  reponerlos en poco tiempo”.

“Podremos trabajar en educación sin pupitres, sin salones, sin pizarra, pero sin maestros no hay escuelas. Esto nos preocupa tremendamente con los salarios que tienen, por lo tanto es muy difícil pedirles que perseveren”, acotó.

10.000 niños sin papá y mamá

Pernalete, quien también es promotora de derechos humanos y gestora del movimiento Madres sembradoras de paz, advierte que la emergencia educativa en Venezuela es muy compleja. En sus 45 años al servicio de la educación popular le ha tocado ver situaciones tan inéditas en su país como los niños que han tenido que quedarse solos porque sus padres se han ido al exterior en busca de mejores oportunidades.

“El aumento de los niños abandonados es significativo. Las últimas cifras que teníamos el año pasado eran de 10.000, pero durante este año seguramente subirán. Hay niños que se han quedado sin su papá ni su mamá, por ende necesitan atención especializada y no hay suficiente personal como para atenderlos”, lamenta.

Surgen apoyos importantes

A los paupérrimos sueldos de los docentes, se le añade el gran ausentismo de estudiantes por falta de comida, servicios públicos y de transporte, sobre todo en el interior del país. Pese a esto, han ido surgiendo iniciativas de apoyo a través de Unicef y otras organizaciones no gubernamentales en el mundo, además “alrededor de los maestros, los padres y representantes cooperan con la escuela de muchas maneras”.

“Todo esto da un respiro”, dice al tiempo que agradece a los periodistas del mundo y el país el interés que han puesto “en la educación como una noticia ya sea para alertar la gravedad de la situación como también para ver algunos elementos positivos”.

Foto: Fe y Alegría

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