“Esta mañana han sido suspendidos temporalmente todos los servicios del ambulatorio de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano para poder desinfectar los ambientes después de que un paciente diera positivo al test diagnóstico de coronavirus”, ha indicado hoy a los medios el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
No obstante, los servicios de urgencias continúan activos y ya se ha informado a las autoridades sanitarias italianas. El caso se ha detectado en un ambulatorio al que suelen acudir cardenales y prelados y personal de la Santa Sede y sus familias. Sin embargo, este ambulatorio no es frecuentado por el papa Francisco, ya que los doctores se desplazan hasta la residencia de Santa Marta para atenderlo.
Esta misma mañana, el Vaticano ha señalado también que se estaban estudiando más medidas de control en la agenda del Papa que podrían pasar por la suspensión de la audiencia general de los miércoles y del ángelus del domingo, así la cancelación del resto de actividades de la Santa Sede como medida de prevención ante el covid-19. Incluso se baraja la posibilidad de que el rezo mariano sea grabado.
La realidad es que la Diócesis de Roma, en aplicación del Decreto de la Presidencia del Consejo de Ministros de Italia, que ha impuesto medidas extremas que prohíben las grandes afluencia de gente así como las manifestaciones artísticas y espectáculos, ya ha cancelado toda su agenda hasta el día 15, mientras que las misas se mantienen en su horario habitual.
Lo mismo ha hecho, por ejemplo, la embajada española cerca de la Santa Sede, que a través de un comunicado, confirmaba la cancelación de los eventos organizados para el próximo 17 de marzo, sobre persecución religiosa y tráfico de personas, y los del 19 de marzo, cuando se presentaba la Semana Santa de Valladolid.