Además de renovar los cargos en la Conferencia Episcopal Española, los obispos han centrado el trabajo de la Asamblea Plenaria celebrada esta semana en una puesta a punto de las diferentes actuaciones para erradicar los abusos sexuales en el seno de la Iglesia.
“En las próximas semanas en todas nuestras diócesis, con el apoyo singular de los arzobispos y provincias eclesiásticas, estarán en marcha todas oficinas de denuncias”, explicó en rueda de prensa el secretario general del Episcopado, Luis Argüello. Estos centros para hacer realidad el ‘motu proprio’ ‘Vos Estis Iux Mundi’, firmado por el Papa y que Francisco marcó que tenía que aplicarse antes del 31 de mayo.
“La oficina tiene que tener un mínimo que ha de cumplir por el ‘motu proprio’, que es recibir las denuncias y dar la tramitación tanto canónica como civil valorada su verosimilitud. Pero en muchas de las oficinas se incluye la posibilidad del acompañamiento”, comentó Argüello, que puso como ejemplo el centro integral Repara de Madrid.
En la mayoría de las diócesis se optará porque sea el arzobispado quien centralice una oficina regional integral con mayores servicios, mientras que los obispados más pequeños cuenten con lo que Argüello ha venido en denominar “enlaces” locales.
En cualquier caso, “la oficina no es un tapón para que no haya denuncias civiles. Es más, lo primero que pide el Papa es que una vez que se recibe una denuncia y se verifica, la llevemos a las autoridades civiles”, remató, a la vez que hizo hincapié en que “el primer derecho que tiene el ciudadano es el de acudir a hacer una denuncia civil ante la Policía y la Fiscalía”.
Eso sí, el secretario general explicó que la Conferencia Episcopal, como tal, “no va a abrir como tal una oficina de denuncia, pero sí quiere establecer un servicio de comunión” que sirva para coordinar y ser cauce para todas estos estos puntos de atención. “Entre estas primeras tareas, podría estar elaborar un listado con direcciones, teléfonos y correos electrónicos de las oficinas locales”, remarcó.
En cualquier caso, reiteró su compromiso de “ayudarnos unos a otros para erradicar todos los abusos, especialmente los dirigidos a los niños y adultos vulnerables” para lo que considera una “cuestión tan dolorosa para la Iglesia en España”.
Preguntado por el número de casos de abusos sexuales en la Iglesia española, Argüello admitió desconocer la cifra: “No conozco el número total de denuncias en España. No es un deseo de no ser transparente, sino que no lo sé”.
En esta línea comentó como “algunos obispos me dicen que no han recibido ninguna, y otros que sí. No nos podemos guiar por esto, porque otras denuncias llegan por los colegios y las congregaciones religiosas”.
Sobre la posibilidad de que los obispos hayan abordado la cuestión de las indemnizaciones económicas y la apertura de archivos eclesiales para investigar sobre los abusos, señaló que esta cuestión no se ha abordado. Sí reafirmó su deseo de que el cauce abierto con las asociaciones de víctimas como Infancias Robadas, permita iniciar un diálogo con aquellos supervivientes que consideren que no han sido bien tratados en sus diócesis.