“Necesitamos hablar de sexo y del significado de la diferencia sexual. Sería un buen diálogo para tener en la Iglesia y en la sociedad”. Fue la sana provocación lanzada esta mañana por el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, cuando se le preguntó en rueda de prensa sobre el papel de la Iglesia en relación al Día de la Mujer que se celebra este domingo 8 de marzo.
El portavoz de los obispos admitió que la cuestión no se trató en la Asamblea Plenaria que se ha celebrado esta semana en Madrid. Aun así, hizo una reflexión: “A la hora de la promoción de la mujer, valoramos mucho el significado de la diferencia sexual: el significado de ser varón y mujer”.
A renglón seguido, apuntó que “a veces determinadas propuestas de igualdad o de promoción, a veces llamado empoderamiento, prescinden del significado de la diferencia sexual que produce tensiones dentro del movimiento feminista”.
Reconoció que, al abordar estas cuestiones, “a la Iglesia a veces se nos sitúa de manera polémica”, si bien comentó que la urgencia de abrir un “diálogo cultural, social y antropológico”, especialmente ante un contexto de “invierno demográfico”.
La Revuelta, fuera de la agenda
Preguntado por la Revuelta de Mujeres en la Iglesia celebrada el domingo pasado, señaló que “han llegado ecos de estas manifestaciones, pero también de las reflexiones de otras mujeres”. Sin embargo, no ha entrado dentro de la agenda de la Plenaria. En este sentido volvió a apelar a la “diferencia sexual” para abordar cuestiones que se denunciaron el pasado domingo en el manifiesto leído por los colectivos convocantes como el orden sacerdotal. “A veces estos diálogos nos desbordan”, comentó.
Al margen de esto, comentó que “la Iglesia como pueblo de Dios y su misión, todo lo que tenga que ver con la afirmación de la radical dignidad de todos y cada uno, está claro que tenemos por delante tareas que realizar”, aunque admitió que “hemos de reconocer los pasos dados”.
