“Un aspecto que hoy toca particularmente el alma nacional es el proceso constituyente en el que estamos insertos y que nos compromete responsablemente a todos”, comienza diciendo el arzobispo de Santiago, Celestino Aós, ofm cap, en su primera carta pastoral hecha pública el viernes y que ha sido leída en las Misas de todos los templos de la arquidiócesis este domingo.
En ella se refiere al plebiscito convocado para el 26 de abril próximo en el que los chilenos deben decidir si se convoca a elaborar una nueva Constitución para el país y, en caso afirmativo, cuál será el organismo que la prepare.
Ya se ha iniciado el período de propaganda en la campaña previa, la que ha contribuido a polarizar el ambiente más de lo que ha estado debido a las permanentes manifestaciones sociales que se iniciaron, a mediados de octubre pasado, y que han continuado, aunque con menor intensidad. Sin embargo, hoy domingo, día internacional de la mujer, tuvo lugar una de las marchas más masivas, en Santiago y varias ciudades del país.
Principios sociales
Las palabras del arzobispo llaman a respetar las diferencias, haciendo explícito “el aporte que hemos de dar, desde el Evangelio, (que) es un bien insustituible para nuestra cultura y un don para Chile”.
Aós agrega que “somos conscientes que no es tarea de la Iglesia formular soluciones técnicas, políticas o ideológicas –y menos todavía soluciones únicas– en materias contingentes, que Dios ha dejado al juicio libre y responsable de cada uno. Pero sí tenemos el derecho y deber de enseñar y difundir aquellos principios sociales que, inspirados en el Evangelio, han de vitalizar el corazón de nuestra sociedad y servir al bien común. Ejemplos de estos son, entre otros, el respeto a la vida, la centralidad de la persona, el bien común, la solidaridad, la subsidiariedad, la opción por los excluidos, la libertad de culto y la responsable participación ciudadana en el devenir nacional. Estos principios han de ser profundizados para que nos ayuden a un adecuado discernimiento en conciencia al momento de cumplir nuestros deberes cívicos”, detalla el arzobispo.
Formarnos adecuadamente
Para cumplir con esta tarea, “un deber ineludible para nosotros los cristianos, dice Aós, es formarnos adecuadamente en la Doctrina Social de la Iglesia para que, a la luz de esta enseñanza, podamos discernir los signos de los tiempos y contribuir decididamente al bien común de Chile”. Para colaborar con esto anuncia que, a través de la Vicaría para la Pastoral, “ofreceremos prontamente subsidios que nos ayudarán a formarnos, para aportar mejor a la reflexión y al discernimiento sobre el futuro de Chile”.
El llamado del arzobispo concluye animando “a participar activamente en el proceso que estamos viviendo como país, desde las legítimas diferencias, discerniendo en conciencia, aportando en paz todo aquello que hemos recibido como un don, poniéndolo al servicio de la cultura del encuentro, siendo respetuosos del que piensa distinto, sabiendo que ninguna opción es absoluta, ni ningún sistema político puede dar la respuesta definitiva a las inquietudes más hondas del corazón humano”.