Vaticano

El Papa da esquinazo al coronavirus: estrena misa diaria en Santa Marta por streaming

  • Tras suspenderse todas las misas en Italia, Francisco ‘abre’ de forma virtual su eucaristía diaria aunque se celebra a puerta cerrada
  • “Recemos juntos esta semana una oración fuerte por esta epidemia”, señaló al comienzo de una ceremonia que presidió en soledad en el altar





Francisco ha comenzado su primera misa desde la Capilla de Santa Marta retransmitida en directo con una breve monición para encomendar a Dios el trabajo de quienes luchan contra el coronavirus. “En este día, ofrecemos la misa por la enfermedad, por esta epidemia del coronavirus. Por los médicos, por los enfermeros y por los voluntarios que ayudan tanto, por los familiares, por los ancianos que están en las residencias, por los encarcelados. Recemos juntos esta semana una oración fuerte al Señor”, expresó el Papa ante una crisis mundial que ha afectado incluso al día a día de la Iglesia y de la vida del Pontífice.



Francisco se ha visto obligado a suspender los ángelus y las audiencias de los miércoles de forma presencial, para presidir la oración dominical y las catequesis por vía “online” desde los apartamentos pontificios. De la misma manera, la Santa Sede retransmite desde hoy la eucaristía de las siete de la mañana.

Concelebrantes fuera de plano

La emisión de esta eucaristía también ha contado con algunas singularidades. El Papa ha presidido la eucaristía solo en el altar. Los concelebrantes se encontraban en los bancos de la capilla, fuera de plano, al igual que los escasos asistentes a la ceremonia puesto que también se ha prohibido que acudan fieles.

De hecho, solo se ha podido ver ante las cámaras a una religiosa leyendo la primera lectura, al sacerdote que proclamó el Evangelio, a un laico ayudando a preparar el altar durante el ofertorio y a un sacerdote acercarse después de que el Papa comulgara en soledad.

Recuperado del resfriado

Francisco se mostró visiblemente recuperado del resfriado que ha arrastrado durante una semana, libre de cualquier tos o estornudo. Durante la homilía hizo un llamamiento para ahondar en el sentido del sacramento de la confesión y del examen de conciencia. A partir de la lectura del profeta Daniel, Francisco recordó que confesarse no es expresar “una lista de pecados” al sacerdote, sino que exige un sentimiento interior.

Cuando reconozco que he pecado, que no he actuado bien, surge el sentimiento de vergüenza. La vergüenza es una gracia. Que podamos decir: Señor, que yo me avergüenza. Una persona sin vergüenza es una persona que pierde la autoridad, el respeto de los demás”, reflexionó.

A puerta cerrada

Hasta hace unos días, la misa diaria del Papa en la capilla de Santa Marta se realizaba a puerta cerrada con la participación de un grupo de fieles que tenían la oportunidad que comenzar la jornada a las siete de la mañana junto a Francisco. Se trataba de una novedad del pontificado del Papa argentino pues sus predecesores celebraban la eucaristía en su oratorio particular.

Y no solo eso. L’Osservatore Romano, el diario oficial de la Santa Sede, publicaba diariamente un extracto de la homilía de Francisco, lo que algunos denominan el “magisterio cotidiano” de Jorge Mario Bergoglio.

Decreto del Gobierno

Sin embargo, la semana pasada, la epidemia del coronavirus cerró la puerta de Santa Marta a todo peregrino exterior. Francisco le ha dado una vuelta a la crisis para no celebrar en soledad la eucaristía. Desde hoy y hasta nuevo aviso, la celebración se retransmite vía ‘streaming’. La decisión fue anunciada ayer por el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, “para permitir a los que deseen, que puedan seguir las celebraciones en unión de oración con el Obispo de Roma”.

Esta medida se adopta horas antes de que la Conferencia Episcopal Italiana hiciera suyo el decreto del Gobierno de prohibir todas las misas y funerales públicos en todo el país hasta el 3 de abril.

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