La sede de la Conferencia Episcopal Española permanecerá cerrada al público desde hoy hasta el 26 de marzo “en continuidad con lo propuesto por la Comunidad de Madrid para la prevención de la infección por coronavirus”.
La decisión se toma después de que al menos un trabajador de la Casa de la Iglesia diera positivo después de que el pasado jueves se sintiera indispuesto. El domingo fue informado todo el personal que trabaja en la sede de la calle Añastro, en el barrio de Arturo Soria y se reforzaron las medidas de higiene.
De la misma manera, todos los obispos españoles están al tanto desde el lunes de lo sucedido, sobre todo, teniendo en cuenta que la semana pasada se celebró en las instalaciones la Asamblea Plenaria que eligió al cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, como nuevo presidente de la Conferencia Episcopal.
Ensayo de vivir
Pocas horas después de conocerse el cierre del edificio al público, el secretario general del Episcopado, Luis Argüello, manifestaba en Twitter su “gratitud por el servicio de todos los que trabajan en la sanidad”, así como “la colaboración de políticos y ciudadanos al servicio del bien común”. Además, en ese mismo mensaje invita a la oración.
De la misma manera, el también obispo auxiliar de Valladolid apunta que la pandemia del COVID-19 conlleva una “reflexión sobre nuestra fragilidad” además de un “ensayo de otra forma de vivir” como signo de “solidaridad con quienes sufren habitualmente”.