James Martin, el jesuita estadounidense conocido por su implicación en la pastoral con las personas homosexuales, ha defendido el ejercicio de responsabilidad que supone suspender las misas en las próximas semanas con el fin de ayudar a frenar el coronavirus.
“El arzobispo de Seattle –ha contado en su cuenta de Twitter– ha suspendido misas en su archidiócesis. El obispo de Lexington, Ky, ha ‘dispensado’ (o excusado) a los católicos de sus obligaciones en la misa dominical. Estas son medidas pastorales sabias y prudentes, diseñadas para proteger a las personas de #CoronavirusPandemic”.
“Los católicos –ha proseguido– reverencian la santidad de la vida, y estas medidas están diseñadas para proteger vidas. Y aquellos que ya están enfermos o ancianos (incondicionales en las parroquias), están especialmente en riesgo. La Eucaristía es la ‘fuente y cumbre’ de la adoración, la presencia real del Cuerpo de Cristo”.
“Un buen pastor –ha remachado– está dispuesto a morir por la Eucaristía. Pero un buen pastor no requiere ni obliga a otros a morir por ella. Por lo tanto, los comentarios sobre el miedo de los católicos o sobre por qué no actúan como mártires son inútiles. Estas son decisiones pastorales diseñadas para ayudar a salvar vidas”.
Días antes, también a través de Twitter, llamó a los católicos a mantener una actitud de sosiego y a no dejarse arrastrar por comentarios interesados: “No dejes que el maligno te lleve a mentiras, rumores y pánico sobre el coronavirus. Porque eso solo te alejará de la ayuda que Dios quiere darte. Esa voz interior que conduce al pánico no viene de Dios”.