Cuando este sábado 14 de marzo, autoridades venezolanas han confirmado 8 nuevos casos más de coronavirus en el país, para un total de 10, el presidente de la Conferencia Episcopal, José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo, ha dicho a Vida Nueva que espera que “se puedan dar todas las condiciones necesarias tanto para prevenir la pandemia así como para la atención a los que han adquirido la enfermedad”.
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También ha recordado a toda la feligresía y vida consagrada que “momentáneamente se suprimen actividades que requieran la presencia de multitud de personas”. En un claro mensaje a los sectores políticos y sociales del país ha hecho un llamado a la unidad en esta coyuntura, sobre todo cuando la gran mayoría de la población no tiene acceso a medicamentos y la red hospitalaria está en condiciones precarias, por tanto “todos somos necesarios y es el momento de unirnos por el bien del pueblo”.
Evitar la politización
Asimismo ha dejado claro que “a nadie se le ocurra politizar esta problemática de salud” en referencia a los partidos tanto oficialistas como opositores que se quieran aprovechar la situación para sacar rédito político.
“Aquellos, políticos o no, que quieran sacar provecho del dolor y preocupación del pueblo, deben ser puestos a un lado, no quiere decir esto que no se puedan hacer sugerencias y hasta críticas si las instituciones responsables no hacen las cosas como se debe”, acotó.
Solidaridad ciudadana
De igual parecer es el cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas, quien en una nueva Exhortación por el tercer domingo de Cuaresma, ha advertido que “estamos ante una emergencia que es de interés nacional, social y cívico, y no exclusivamente gubernamental. Todos los sectores sociales deben estar involucrados, para trabajar coordinadamente en equipo”.
Además ha pedido a la colectividad asumir “con creatividad nuestra solidaridad ciudadana” esta coyuntura para evitar que este virus se propague “habida cuenta de las condiciones precarias que vivimos por la crisis social aguda, que se manifiesta en los servicios básicos que faltan para una vida sana en plenitud”.
En cuanto al Estado y a los organismos competentes, deben “suministrar información permanente, veraz y eficaz para que se genere la confianza en la población y esté pronta a participar y colaborar en algo que es del bien común”.
Foto: Vatican News
