El arzobispo de Cracovia, Marek Jędraszewski, ha anunciado la decisión de la Conferencia Episcopal polaca de iniciar los procesos de canonización de la Sierva de Dios Emilia Wojtyła née Kaczorowska y del Siervo de Dios Karol Wojtyła, padre del papa san Juan Pablo II.
Con el apoyo de los obispos y la aprobación de la Congregación para las Causas de los Santos en Roma, la decisión de Jędraszewski “era otro requisito legal para comenzar el proceso de canonización de Emilia y Karol Wojtyła”, señala el episcopado.
De esta manera, los documentos para iniciar el proceso llegarán a la parroquia de la Arquidiócesis de Cracovia en los próximos días y, a partir de ahí, se informará a los fieles sobre el comienzo del mismo, a quienes se les pedirá que envíen a la Curia Metropolitana en Cracovia, antes del 7 de mayo de 2020, cualquier documento, carta o mensaje sobre los siervos de Dios, tanto positivo como negativo.
Ha pesar de los años pasados desde su fallecimiento, aun hay personas con vida en las comunidades de Wadowice y Cracovia que conocieron a los padres de Karol Wojtyla. “Intentaremos contactarlos y pedirles que testifiquen”, ha dicho Andrej Scąber, encargado del proceso de canonización de la Arquidiócesis de Cracovia. “Hay muchos textos que confirman que eran personas excepcionales”, subraya Scąber, enfatizando que Juan Pablo II a menudo recordaba a su padre con quien tenía relación espiritual muy profunda.
Scąber señala que se llevarán a cabo formalmente dos procesos de canonización separados, cuya tarea será mostrar que Emilia y Karol Wojtyła “practicaron virtudes heroicamente, que disfrutan de la reputación de santidad y, a través de su intercesión, las personas reciben los favores de Dios”. Este proceso “no será fácil” debido al pequeño número de testigos presenciales, “pero ya podemos decir que la documentación que se ha recopilado, especialmente con respecto a Karol Wojtyła, es muy extensa”, apunta Scąber.
Uno de los puntos más significativos de la vida de esta familia es, de hecho, el embarazo de Emilia de su hijo Karol, el futuro Papa. “Los médicos dijeron que su embarazo amenazaba su vida”, explica la Conferencia Episcopal, pero “ella no dudó y decidió dar a luz a su hijo, que nació el 18 de mayo de 1920”. El niño estaba sano, pero su madre, “tal como pronosticaron los médicos, no se recuperó después del parto”, empeorando su salud poco a poco. Sin embargo, Emilia vivió hasta 1929. “A partir de entonces, el viudo se hizo cargo de la casa y de los hijos”, apunta la diócesis.