Colombia

La arquidiócesis de Bogotá y las diócesis de Engativá, Fontibón y Soacha suspenden el culto público por el coronavirus





El arzobispo de Bogotá y los obispos de las diócesis urbanas de Engativá, Fontibón y Soacha han anunciado duras medidas frente a “la emergencia humana y social que nos plantea la pandemia del Covid-19“.



Está en juego la vida

De este modo, la Iglesia católica se muestra “solidaria y solícita con cada una de las personas“, no obstante que para algunos estas medidas puedan parecer duras. “Está en juego no solo la salud sino también la vida de muchas personas”, argumentan los pastores.

Aún más, en su comunicado los cardenales Rubén Salazar y los obispos Francisco Niño Súa, Juan Vicente Córdoba y Daniel Falla afirman que “en estos momentos el cuidado de sí mismo y el cumplimiento riguroso de los protocolos sanitarios es no solo la mejor forma de manifestar nuestro amor al prójimo sino también una clara expresión de nuestra fe que nos pide sacrificarnos para contribuir a la creación de condiciones positivas para la superación definitiva de la crisis que estamos atravesando”.

Sin celebración eucarística en los templos

¿Cuáles son las medidas que rigen en Bogotá y en el municipio de Soacha desde el miércoles 18 de marzo y hasta el sábado 4 de abril? En primer lugar, y en consonancia con la decisión de otras diócesis como Pereira y Buenaventura, la arquidiócesis de Bogotá y las diócesis urbanas de Fontibón, Engativá y Soacha, han decidido que “se suspende el servicio de culto público en todos los templos“.

Para la eucaristía dominical se anuncia la validez de participar de forma virtual (por televisión, radio o internet), con lo cual no se incurrirá en ninguna falta moral ni en pecado, “dado que es por causa de salubridad pública para proteger tanto la vida propia como la de los demás”.

En este tiempo, los matrimonios serán permitidos aunque “a puerta cerrada y con la participación reducida de fieles” que, en todo caso, “entrarán por una puerta lateral o por la casa cural”. Asimismo, se podrán celebrar misas de exequias por difuntos, “pero no se trasladará el cuerpo al templo“.

Solo en caso de extrema necesidad

Otros servicios sacramentales, como la comunión a los enfermos y la confesión también han sido suspendidos, salvo en casos graves de enfermedad (la comunión) o de extrema necesidad de salud o de conciencia (la confesión).

Tampoco se podrán realizar actividades o reuniones relacionadas con catequesis de preparación a los sacramentos o grupos parroquiales, y se anuncia que en lo posible, “los servicios de las oficinas parroquiales se realicen por teletrabajo” o, si no es posible, flexibilizando horarios para evitar desplazamientos en horas pico.

Oración y solidaridad

Con todo, los pastores invitan a los fieles a “permanecer unidos como un solo pueblo, como un solo cuerpo, en la oración permanente y en la amorosa solidaridad con los hermanos”, en decir, en el espíritu propio del tiempo de Cuaresma.

De igual forma, hacen una lectura esperanzadora del momento actual al subrayar que “esta situación crítica nos ofrece la oportunidad de recuperar el sentido de nuestras familias como ‘iglesias domésticas‘ en las que podemos vivir en comunión nuestra fe, orar juntos especialmente por los enfermos y más necesitados, manifestando nuestro cuidado, la solicitud de los unos por los otros, y estrechar los lazos de afecto que nos hacen un verdadero hogar”. Finalmente, los prelados anuncian que “con ocasión de las celebraciones de Semana Santa haremos un nuevo comunicado”.

Foto: Arquidiócesis de Bogotá.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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