“Mi altar será la cama de los enfermos”. Unas palabras con las que el sacerdote Alberto Debbi reafirma su decisión de dejar temporalmente su iglesia para retomar sus como médico y ayudar, así, a sus antiguos compañeros del hospital de Sassuolo, en la provincia de Módena, Italia, durante la crisis causada por el Covid-19. De esta manera, tal como recogen varios medios locales como la Gazzetta di Reggio, Debbi, de 43 años, volverá a ejercer durante este tiempo su especialidad, la neumología.
“Hay una necesidad, en este momento como nunca antes, de poner a disposición todo lo que tiene. Soy un médico especializado en la rama de la cual ahora tiene una necesidad particular y ciertamente no puedo dar marcha atrás”, ha explicado el sacerdote. De hecho, Debbi fue ordenado en pasado año, después de haber ejercido su especialización en enfermedades respiratorias durante más de cinco años.
“Dar lo que tenemos”
Ante la emergencia en Italia, donde el coronavirus se ha cobrado la vida de más de 2.500 personas y ha dejado 31.500 contagiados, Debbi decidió, hace unos días, cambiar la sotana por la bata de médico. Así, tras pedir permiso a su obispo, llamó a sus antiguos compañeros para ofrecerse como voluntario, que hicieron las gestiones necesarias para que pudiera unirse, a partir de hoy, a prestar sus servicios en la unidad contra el Covid-19 del hospital Sassuolo, al menos, hasta mediados de abril.
“Les pido una oración por mí”, ha dicho el sacerdote. “Creo que en este período difícil de sufrimiento hay que estar disponible con todo lo que tenemos”, explica a sus fieles en un mensaje de Facebook. “Era una parte de mí que todavía estaba viva y ahora más que nunca me empuja a entregarme”, añade.