Entre 11.500 y 12.000 cristianos han sido asesinados en los últimos 5 años. Así lo pone de manifiesto el informe de la ONG nigeriana International Society for Civil Liberties and Rule of Law (Intersociety), que contabiliza los datos desde hace 57 meses, es decir, desde junio de 2015, cuando el actual Gobierno tomó el poder.
De la lista de asesinados, 7.400 fueron víctimas de pastores Fulani, 4.000 de Boko Haram y entre 150 y 200 de delincuentes callejeros. Entre los cristianos fallecidos, 20 son religiosos, incluyendo 8 sacerdotes o seminaristas. Asimismo, en este mismo espacio temporal han secuestrado a medio centenar de sacerdotes.
El informe pone de manifiesto que la mayoría de las víctimas de los ataques perpetrados por Boko Haram, rama del autodenominado Estado Islámico en África Occidental, en el noreste de Nigeria son cristianos.
El estudio también denuncia que en las carreteras de conexión entre el norte y el sur del país se han intensificado en los últimos meses los asesinatos y secuestros de cristianos, especialmente en el norte de Nigeria.
La última víctima de la persecución cristiana en la Iglesia católica en Nigeria es Michael Nnadi, seminarista de 18 años secuestrado junto con sus tres compañeros en el seminario mayor del Buen Pastor de Kakau, en el estado de Kaduna, en el noroeste del país, el pasado 8 de enero. Sus tres compañeros fueron liberados, pero el cuerpo del seminarista fue encontrado el 1 de febrero.