“Una palabra de Esperanza”. Es lo que la directiva del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en voz de Miguel Cabrejos, arzobispo de Trujillo (Perú) y presidente, y Juan Carlos Cárdenas, obispo auxiliar de Cali (Colombia) y secretario General, en nombre de las Conferencias Episcopales del continente, han expresado, en un comunicado, a obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos comprometidos y comunidades cristianas en general, “ante la difícil situación que se vive generada por la rápida expansión del Covid 19”.
Cuando esta pandemia mundial a la fecha alcanza los 215.000 contagios en 165 países, el CELAM ha pedido especialmente a obispos y sacerdotes promover “la cultura del encuentro a través de los espacios virtuales que hoy permite la tecnología”, mientras que a aquellos que “acompañan físicamente a los enfermos, las personas sin techo, los migrantes, deseamos que en su misión samaritana el Señor les proteja”.
En cuanto al laicado, han recordado que en este tiempo de “estar en casa” cada hogar debe convertirse en “una auténtica Iglesia doméstica donde se vive en familia la oración y la caridad cristiana en la ayuda, protección y acompañamiento mutuo”, porque “la presencia de Dios no se queda encerrada en los muros de las Iglesias, cada bautizado es un templo viviente donde Dios habita”.
“Las medidas que los Estados están tomando y que como Iglesia acogemos, tienen como objetivo el bien común y la especial protección de las personas más susceptibles a padecer con mayor rigor, incluso con el riesgo de sus vidas, las consecuencias de este virus”, han señalado.
Los prelados se han solidarizado con aquellos que han resultado contagiados con el coronavirus, en especial “a quienes padecen sus consecuencias de modo más severo”, por lo cual elevan sus oraciones para que “recobren su salud” y “Jesús, el Buen Pastor, sea fortaleza en medio de la debilidad”.
También han agradecido a “los operadores de la salud, médicos, enfermeras y demás profesionales” a quienes “por su servicio hacen vida la obra de misericordia de ayudar a los enfermos”.
“Los alentamos a no perder la esperanza y a poner toda la confianza en el Señor, con el cual podremos superar todas las adversidades que la vida nos presente”, finalizaron invocando la oración compuesta a la “bienaventurada Virgen María rezando la Oración que el Papa Francisco ha compuesto con esta finalidad”.
Foto: Evolución