La caridad no cierra. Cáritas diocesana de Mérida-Badajoz ha abierto un centro de acogida para personas sin hogar ante la alarma sanitaria por coronavirus. “Frente a la grave situación ocasionada por la pandemia del Covid-19, manifestamos nuestro compromiso con las personas más vulnerables de la sociedad, trabajando día a día para que esta crisis les afecte lo menos posible”, explica el obispado en un comunicado.
De la mano de la Dirección General de Política Social y Familia y la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura, Cáritas gestionará este recurso con capacidad para 20 personas “ofreciendo amparo a quien lo necesite durante este tiempo de incertidumbre y garantizando los principios de protección”, indican.
El centro –situado en la calle Bravo Murillo, 40–, cuyas instalaciones alojaban hasta hace unos días el proyecto ‘Ola de frío’ y que ha sido adecuado para cumplir con las medidas higiénico-sanitarias relativas a la pandemia del coronavirus, está abierto desde anoche.
Las personas acogidas estarán acompañadas por dos personas que ya habían estado en el proyecto ‘Ola de Frío’. Al igual que el resto de la población, no podrán salir del centro salvo causa justificada, por lo que se ha contratado servicio de lavandería y catering para cubrir todas sus necesidades.
Además, desde el área de Inclusión Social de Cáritas diocesana, se sigue atendiendo y protegiendo a las personas sin hogar, que se encuentran en una situación de exclusión social grave. Se continúa dando respuesta a través de los dos centros residenciales de los que disponen: Centro Hermano, en Badajoz, y el Centro Padre Cristóbal, en Mérida, ambos con 28 plazas. Asimismo, también están activas las cuatro viviendas de autogestión con 16 plazas.