Con un comunicado, titulado ‘Los Médicos y la Vida’, el Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires, expresan su conmoción ante la pandemia y la situación de emergencia que está viviendo la humanidad, en un “tiempo litúrgico, que llama a encontrar un sentido en la contemplación de un desierto“.
Además elogian la labor de los médicos que enfrentan la “realidad del dolor y el sufrimiento”, a la vez que ponderan la vocación al servicio de la vida y la fidelidad al mensaje que llevan los profesionales y demás integrantes del equipo de salud.
La vocación de servicio
En el mensaje, firmado por su presidente, Dra. Raquel Bolton, y su Vicepresidente, Dra. Elena Passo, afirman: “queremos expresar nuestra cercanía a los profesionales de la salud, médicos, enfermeros, técnicos y auxiliares”.
Dicho Consorcio, fiel a su misión en favor de la vida y la integridad, reconoce en estos profesionales –que tienen nombres y rostros ocultos detrás de un barbijo– el llamado a una “solidaridad generadora de vida y presencia pascual al lado de los enfermos”.
Confirman que, en cumplimiento de su misión, muchos agentes de la salud padecieron la enfermedad; incluso, algunos de ellos perdieron la vida.
Destacan la labor del personal sanitario responsable de las normas de bioseguridad y de los procesos de desinfección, siendo fundamental su presencia en el desempeño de estos fines.
Los signos de esperanza
Las doctoras Bolton y Passo, en nombre del Consorcio, extienden su agradecimiento a los sacerdotes que, en forma humilde y silenciosa, hacen posible la asistencia a muchas “personas atravesadas por el dolor y la enfermedad”.
Finalmente, ponen ante la presencia de la Virgen de Luján a toda la comunidad de médicos católicos, y piden a María, “presencia de silencio y oración”, la intercesión ante su Hijo para que El quien cuide a los enfermos, sus familias, al personal sanitario y a los sacerdotes, y sean ellos testigos de la ternura de Dios y signos de esperanza.