Fe, perseverancia y valentía. Son los tres ingredientes imprescindibles para la oración ante la pandemia del coronavirus, “unos días en los que tenemos que rezar más”. Así al menos lo expresó esta mañana el Papa durante la misa matutina desde la capilla de Santa Marta.
Durante la homilía, Francisco subrayó que “muchas veces nuestra oración es solamente oral, de boquilla, pero con una fe débil, que no viene del corazón”. “No caigamos en la conciencia de caer en la costumbre de pensar que el Señor no está ahí. Estemos convencidos de que hablo con el Señor y Él es capaz de resolver el problema”, aconsejó el Papa.
Sobre la perseverancia, el Papa explicó que “hay que insistir a Dios”. “Pero el Señor no busca hacerse el importante o para decirte que esperes, sino para que tomemos la oración en serio. Es más, el obispo de Roma llegó a decir: “No seamos como los papagayos, que hablan y hablan, pero no dicen nada”.
Por último, Francisco destacó que la valentía al rezar, al pedir. “No quiero decir una herejía, pero nuestra actitud tiene que ser casi ‘amenazando’ al Señor, con esa valentía de Moisés ante Dios, cuando quería destruir a su pueblo, con esa valentía de Abraham cuando negocia la salvación de Sodoma”. “El Señor no defrauda, aunque tenga su tiempo y nos haga esperar”, concluyó en su homilía.
En la oración inicial de la misa, el Papa pidió por “las personas que, por la pandemia, están comenzando a sentir algunos problemas económicos, porque no pueden trabajar y todo esto recae sobre la familia”.