¿Qué parte del camino sea Dios nos está mostrando la epidemia del covid 19? Se pregunta Arturo Sosa, superior general de los Jesuitas en el mundo, cuando a la fecha la pandemia ha contagiado a más de 400.000 personas en el mundo. A todas estas, el sacerdote jesuita responde que esta difícil coyuntura está mostrando “lo mejor de cada quien”.
“Nos está mostrando que somos una sola humanidad, cada uno de los seres humanos, todos los pueblos, cada una de las culturas que enriquecen la diversidad humana forman parte de la única, variada, rica e interdependiente humanidad”, añadió.
Contribuir al bien de todos
Frente a las medidas de confinamiento para evitar la propagación del virus, el jesuita ha asegurado que cada quien busca la manera de “superar miedos y angustias”, para lo cual cada uno ha empezado “por controlar los propios deseos y aceptar someterse a las medidas y sacrificios qué nos permiten contribuir al bien de todos”.
Todo ello pasa por que cada persona sea consciente de “la importancia de atender el bien común y asumir seriamente la propia responsabilidad individual”, porque esta pandemia “nos está mostrando que no hay diferencia de edad, raza, religión o condición social dentro del único cuerpo que forma la misma humanidad, todos y cada uno formamos parte, nadie sobra, ninguno puede prescindir de lo demás”.
El poder de la fe
Por otra parte, el sacerdote asegura que el covid 19 “nos está mostrando el poder de la fe” a través de los “fuertes lazos al amor de Jesucristo que nos une y nos impulsa, nos reconcilia. Hay tantas personas que rezan juntas en los medios sociales, quieren profesar su fe, esa fe que siente en lo profundo de su corazón es y no pueden reservar para sí mismas”.
Además ha destacado la labor de todo el personal médico, que “nos está mostrando la competencia y generosidad de quienes están en primera fila atendiendo los afectados buscando remedios o tomando decisiones difíciles para el bien de todos”.
Hermanos y hermanas solidarios
Sosa ha dicho que “no sabemos cuán largo es el trecho del camino ni como es el trecho que sigue” tan solo “pidamos luz para iluminar su recorrido y la gracia necesaria para hacerlo como hermanas y hermanos solidarios”.
“Me uno a la oración de todo el cuerpo de la Compañía de Jesús, de la Iglesia Católica, de las iglesias cristianas, de otras religiones y creencias como de todos lo que con su actitud solidaria buscan y encuentran modos apropiados de seguir echando una mano”, apuntó.
Foto: El Comercio
