El Papa ofreció esta mañana la misa desde la capilla de Santa Marta “por las religiosas que están trabajando en estos momentos ayudando y socorriendo a los enfermos, arriesgando y dando la vida” contra el coronavirus.
La Iglesia celebra cada 25 de marzo la festividad de la Anunciación del Señor, una fecha especial para las dos hijas de la Caridad que conviven y asisten al Papa en su día a día en la Casa de Santa Marta. Y es que, las consagradas de la compañía renuevan anualmente sus votos en esta jornada.
Un siglo al servicio
Así sucedió también en el transcurso de la eucaristía presidida por Francisco. “Las Hijas de la Caridad de san Vicente de Paúl están al servicio del dispensario de la Casa de Santa Marta desde hace 98 años y que están presentes en esta misa, renuevan sus votos junto a sus hermanas de todas las partes del mundo”, aclaró, subrayando que también ofrecía la eucaristía por ellas.
Durante la homilía, Francisco se limitó a pronunciar una vez más el Evangelio en que el María pronuncia el “hágase” a la visita del ángel para ser la madre de Jesús. “Quizá lo mejor que podemos releer este pasaje, pensando que es la Virgen la que nos lo cuenta en primera persona”. Al finalizar la relectura del texto, el Papa aseveró: “Éste es el misterio”.