El arzobispo castrense de España, Juan del Río, ha publicado hoy un mensaje bajo el título “Combatiendo juntos al COVID-19” dirigido a los componentes de las Fuerzas Armadas y de los Cuerpos de Seguridad del Estado que forman parte del dispositivo contra el coronavirus desplegado por toda la geografía española.
En la solemnidad de la Anunciación del Señor, Del Río expresa su apoyo, cercanía y consuelo a los hombres y mujeres que han dado pruebas fehacientes a lo largo de los tiempos de su compromiso, abnegación, profesionalidad y eficacia antes los retos que se les ha planteado. En esta ocasión –como subraya–, la misión es ayudar a que el COVID-19 deje de atormentar a los ciudadanos y a sus familias con el desarrollo de diversos trabajos y la asistencia a nuestro sistema sanitario.
El apoyo de los capellanes
“No estáis solo en vuestra difícil misión actual. Los capellanes os han acompañado siempre y siguen estando a vuestro lado. Podéis seguir contando con ellos para cada una de vuestras necesidades. Sé perfectamente que las harán suyas y lucharán con denuedo por solucionarlas”, afirma el pastor en su mensaje.
“Esta virtud esencial cristiana, y la presencia de unos hombres, bien formados en los valores castrenses, pueden serviros de ayuda, desahogo y apoyo ante las necesidades espirituales y materiales que podías experimentar en este tiempo calamitoso. Son vuestros capellanes, ellos mismos, los que se ponen enteramente, como ‘milites Christi’ a vuestra disposición. Sabéis como localizarlos en cada Unidad, allí estarán”, abunda el arzobispo castrense, que está contando su día a día en esta pandemia en un blog en vidanuevadigital.com
Habilitación de líneas telefónicas
El mensaje establece un sistema de asistencia espiritual a los militares, guardias civiles y policías que en ocasiones se encuentran desplazados de su residencia habitual. En el mismo escrito, Juan del Río instaura unos resortes para la comunicación entre su feligresía y los capellanes que continúan a su servicio, habilitando unas líneas telefónicas “donde encontrar o gestionar esa asistencia espiritual tan necesaria”.
“Como padre y pastor –resalta el mensaje–, y en comunión con todos los fieles de este Arzobispado, rezamos por todos los que habéis sido infectados o tenéis que vivir la cuarentena en soledad, lejos de los seres queridos. Ofrecemos constantemente sufragios por todos aquellos a los que esta pandemia ha adelantado el juicio misericordioso del Señor”.