Los alumnos de Religión de la Facultad de Educación de León combaten la soledad por el coronavirus

tres chicas jóvenes estudiando en una biblioteca

Un total de 4.732.400 personas viven solas en España según la última Encuesta Continua de Hogares (ECH). Una soledad que, en la medida de lo posible, era paliada al salir a hacer la compra, participar en los talleres municipales de gimnasia, tomar un café con el grupo de amigos, asistir a las celebraciones religiosas, acudir a buscar a los nietos al colegio, etc. Sin embargo, la cuarentena contra el Covid-19 ha impedido que todas estas acciones se lleven a cabo, pues en muchas ocasiones las personas que viven solas pertenecen a uno de los grupos de mayor riesgo: los ancianos.



Ante esta problemática, Jorge de Juan, sacerdote y profesor de la Universidad de León, ha puesto en marcha desde su asignatura un proyecto encaminado a combatir la soledad. Para ello ha utilizado la metodología de Aprendizaje-Servicio, una manera de aprender haciendo un servicio a la comunidad.

En colaboración con el programa ‘Soledad Cero’ de Cáritas de la Agrupación Parroquial ‘San José’ de León, y coordinados por el docente y Aída Vasco, trabajadora social de dicha institución, los alumnos están distribuidos de tal forma que cada una de las personas que viven solas tengan al menos una llamada telefónica al día, interesándose por su estado de ánimo, por cómo están sobrellevando esta situación difícil, etc.

Soportar mejor el confinamiento

Según el profesor, el coronavirus “podría denominarse la enfermedad de la soledad: hay muchas personas viviendo esta cuarentena solas en sus hogares, los contagiados están luchando contra el COVID-19 aislados, los que fallecen no han podido despedirse de sus familiares, al igual que estos de ellos, a su vez son privados del proceso de duelo (velatorio, se incineran, despedida religiosa), etc., una situación realmente dramática”.

A través de este proyecto, los estudiantes de Religión de la Facultad de Educación estarán contribuyendo en la medida de sus posibilidades a soportar mejor el confinamiento de las personas ancianas y solas, por ello, añade el profesor “les incluyo en mi aplauso dedicado a todos cuantos de forma altruista nos ayudan con su esfuerzo en estos momentos de dificultad”.

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