José María Gil Tamayo, obispo de Ávila, continúa ingresado pero estable una semana después de dar positivo en el test del coronavirus y convertirse en el primer prelado español contagiado. Solo un día después, Manuel Herrero, obispo de Palencia, daba positivo en Covid-19. El estado de este último también es estable, aunque continúa su tratamiento en el centro hospitalario.
“Al cumplirse una semana del ingreso hospitalario de José María Gil Tamayo al haber dado positivo en el test del Covid–19, queremos comunicar que actualmente sigue ingresado en planta, en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles (Ávila). Continúa recibiendo allí el tratamiento que corresponde. Su estado es estable”, explicaba la diócesis en un comunicado.
Al tiempo, la sede palentina, también a través de un comunicado, informaba del estado de salud del prelado agustino. “A punto de cumplirse una semana de su ingreso en el Hospital Río Carrión, nuestro obispo continúa manteniendo buen ánimo, su estado de salud evoluciona favorablemente y en los últimos días no ha presentado cuadros de fiebre. Manuel continúa ingresado en planta en el centro hospitalario desde donde se sigue su tratamiento y evolución”, rezaba el texto.
Ambas diócesis han querido agradecer todas las muestras de cariño y cercanía con los obispos. “Seguimos pidiendo a todos una oración por su pronta recuperación, así como la de todos los enfermos. Rezamos también por sus familiares, y por el alma de aquellos que han fallecido a causa de esta pandemia. Y agradecemos vivamente el desvelo de cuantos profesionales sanitarios están entregándose hasta la extenuación cada día para ayudarnos a superar esta grave crisis sanitaria”, explican desde Ávila.
Desde Palencia animan “a todos los católicos a mantenernos unidos en la oración, unos por otros, por los difuntos, por quienes padecen la enfermedad, por sus familiares y amigos, por el personal sanitario, así como por quienes trabajan por la contención en la propagación del virus”.