El cardenal Salazar frente al coronavirus: “De nosotros depende salir no solo con vida sino crear situaciones de vida”

El cardenal Salazar frente al coronavirus: “De nosotros depende salir no solo con vida sino crear

Como hace ocho días, cuando comenzaron las misas por televisión nacional presididas por el cardenal Rubén Salazar Gómez –debido a la cuarentena por la pandemia del coronavirus–, este domingo el arzobispo de Bogotá presidió la celebración dominical desde la Capilla del Sagrario a las 9 a.m., en compañía de Luis Manuel Alí, obispo auxiliar, y los presbíteros Jorge Marín y Carlos Castillo. Las cuatro religiosas que colaboraron en la liturgia, mantenían la distancia rigurosa –con una banca de por medio– y el cantante y el organista se ubicaban en el coro del templo.



De nosotros depende, queridos hermanos, que de esta situación de muerte seamos capaces de salir no sólo con vida sino realmente para crear situaciones de vida“, exhortó Salazar Gómez, al comentar el evangelio de la liturgia del quinto domingo de Cuaresma.

En este sentido, el arzobispo de Bogotá subrayó que “estas situaciones extremas nos tienen que llevar a un cambio fundamental en nuestro propio corazón, pero también en las políticas nacionales e internacionales”, refiriéndose expresamente a la necesidad de “avanzar en el camino de la solidaridad y de la fraternidad“.

Luchar contra las desigualdades e iniquidades

Ante la realidad que padecen miles de colombianos en situación de pobreza, también invitó a “luchar denodadamente contra las desigualdades y las iniquidades”, puesto que “tenemos que exterminar definitivamente de las relaciones humanas la injusticia y la violencia“. Y repitió: “esto depende de nosotros”.

El cardenal colombiano no dejó de manifestar, además, su preocupación ante la tentación del egoísmo y de anteponer el lucro al amor al prójimo: “pasada esta tempestad que estamos viviendo, podemos volver a nuestros hábitos anteriores, podemos volver a estas situaciones absolutamente injustas y violentas que vive la inmensa mayoría de la población en el mundo”, advirtió.

El prelado concluyó su homilía invitando a no desfallecer en la oración: “pidamos al Señor que venga hoy, él que es la resurrección y la vida, a darnos la vida. Que su espíritu inunde nuestro corazón (…) de tal manera que podamos vivir en medio de las dificultades, de las angustias, de las luchas, llenos de fuerza, de valentía, de alegría, y de esa manera seamos capaces de transformar el mundo, de hacer de este mundo de muerte, un mundo de vida. El Señor nos lo concede si abrimos nuestro corazón a él”.

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