El Vaticano se suma a la iniciativa promovida por los alcaldes italianos, que a mediodía de este martes, 31 de marzo, izaron a media asta las banderas en los Ayuntamientos y edificios públicos y guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas del coronavirus. La pandemia superó ayer los 101.000 contagiados en Italia, de los que 14.600 se han curado y casi 11.600 han fallecido. Este país europeo es la primera nación del mundo por número de muertos y la segunda con más casos por la enfermedad, después de Estados Unidos.
El director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, aseguró en una breve nota publicada hoy que en el Vaticano la banderas también ondean a media asta “en solidaridad con Italia” y para expresar “la cercanía a las víctimas de la pandemia en Italia y en el mundo, a sus familias y los que generosamente luchan para ponerle fin”.
El Vaticano se ha prodigado en los últimos días en gestos de solidaridad hacia el país de los Apeninos. Ayer el papa Francisco mantuvo una audiencia privada en el Palacio Apostólico con el primer ministro, Giuseppe Conte. Aunque ni la Santa Sede ni el Gobierno italiano informaron del contenido de la conversación entre ambos, resulta evidente que la pandemia del coronavirus fue el tema principal del diálogo.
Medios locales aseguraron que Jorge Mario Bergoglio manifestó a Conte su preocupación por las clases más desfavorecidas, que empiezan a tener graves dificultades para comprar alimentos y otros productos básicos debido al parón económico motivado por el cerrojazo impuesto por las autoridades para intentar frenar los contagios.
El pasado sábado Francisco también recibió a la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, que animó a los ciudadanos de la capital italiana a sumarse a las oraciones del Papa para pedir el fin de la pandemia. “Rememos juntos en esta tempestad porque nadie se salva solo”, escribió la regidora en un mensaje publicado en las redes sociales.