No hay aplausos para ellas cada tarde ni mención institucional en las comparecencias del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o de los responsables del comité de crisis. Por eso la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha querido homenajear a un colectivo silencioso en esta crisis del coronavirus: las religiosas.
Tras la conmoción por el fallecimiento de dos servidoras de Jesús en el Cottolengo del Padre Alegre en Algete (Madrid), la presidenta ha alabado la labor de las monjas a través de las redes sociales. “Hay unas personas de las que nunca se habla pero que siempre están ahí para cuidar de los más necesitados y ahora, están muy afectadas por el coronavirus porque muchas son muy mayores”, señaló refiriéndose a todas las religiosas.
Además, destacó su responsabilidad ciudadana. “Nunca se quejan, no alzan la voz. Y también las quiero recordar a ellas”, añade en su tuit. Díaz Ayuso acompaña su publicación con una foto en la que aparece abrazando a una religiosa de las hijas de la caridad.
Este reconocimiento por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid llega tras la publicación de varias ‘fake news’ en la que se llegó a acusar a varias congregaciones religiosas, tanto de abandonar a los mayores a su suerte en las residencias, como de ocultar fallecimientos en los centros regentados por diferentes institutos de vida consagrada como el Cottolengo de Algete.