Los hornos de la repostería de Iesu Communio están apagados y los locutorios vacíos por el estado de alarma por el coronavirus. La situación llevó a gente cercana a las religiosas a hacer una llamada de atención sobre situación a través de las redes sociales. Desde el instituto han querido “transmitir nuestra gratitud inmensa a quienes estáis respondiendo caritativamente a la nota que ha circulado por las redes”, pero matizan la realidad que se está viviendo en los conventos de La Aguilera (Burgos) y en Godella (Valencia).
“No vivimos penurias”
A través de un comunicado, la religiosas señalan que están “abrumadas en estos momentos tan dolorosos para todos nuestros hermanos” en quienes quieren que se centre la atención en plena crisis sanitaria. Por ello, aunque confirman que “es verdad que apenas se vende repostería que es, sobre todo, la fuente de los ingresos para vivir y para pagar la Seguridad Social de tantas hermanas”; sin embargo señalan que “no es verdad que nosotras hayamos transmitido que tengamos una necesidad imperiosa ni que vivamos penurias, gracias a Dios y a todos los que nos ayudáis y nos sostenéis”.
La situación se explica, añaden, gracias “al cariño de una persona que se interesó por nosotras, y se hizo cargo de nuestra situación, y con sencillez se dirigió a un entorno suyo concreto”. Algo que, en la transmisión a través de las redes, se ha traducido en algunos mensajes que “no expresan nuestro sentir, especialmente en estos momentos en que tantos hermanos nuestros viven situaciones muy sufrientes”.
“Del Instituto Iesu Communio no han salido las noticias alarmantes que algunos están difundiendo”, concluyen.
