Cono Sur

Argentina: la educación católica, a disposición ante las necesidades por la pandemia del coronavirus





El Presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica, Eduardo Martín, Arzobispo de Rosario, envió un saludo a los docentes y al personal no docente, frente a la situación que se vive por la pandemia del coronavirus.



Esta carta, dirigida a las comunidades educativas, tuvo como intención agradecerles el trabajo cotidiano que prestan a los alumnos y animarlos a vivir con fe y reconocimiento la presencia viva de Cristo, que ofrece serenidad y fortaleza especial para afrontar estas circunstancias.

Las comunidades educativas, a disposición

“La fe obra por la caridad y fortalece la esperanza, y es la caridad la que en estos momentos hemos de practicar más intensamente, más creativamente como comunidades educativas. La caridad de Cristo nos urge. Por eso, exhorto a todas las comunidades educativas a ofrecer de sí lo mejor, cada una según sus posibilidades“, expresó el prelado.

El arzobispo instó, entonces, a utilizar los medios para brindar el servicio educativo de la mejor manera, con el uso de los medios tecnológicos, para hacer llegar no solo el material de estudios, sino también el acompañamiento y la cercanía a las familias.

Exhortó al personal de la escuela a estar presente en esta adversidad. Por eso, apeló a todas las comunidades educativas a ofrecer a las autoridades sus instalaciones para una ayuda concreta, si así lo requirieran: por ejemplo: poner a disposición salones de usos múltiples, gimnasios; brindar todo el servicio que puedan ofrecer a la comunidad.

Les aseguró que estaban haciendo gestiones ante las autoridades para que, durante esta emergencia, presten la ayuda necesaria a las comunidades educativas a fin de que puedan continuar con la asistencia ante estas eventualidades.

La familia, presente en el proceso

A los padres los animó a acompañar a los hijos, según los requerimientos del colegio. “Puede ser esta una gran ocasión para ejercer el derecho-deber de ser los primeros educadores de sus hijos. Los animo a ser protagonistas en este asunto tan decisivo cual es una buena educación”.

El pedido a las familias fue para que los acompañen en el proceso de compromiso educativo hacia los alumnos. “Que todos pongamos el esfuerzo necesario, también material, para que nuestras escuelas sigan brindando la educación como hasta ahora lo vienen haciendo”, instó Martín.

Finalmente, en su mensaje, el obispo pidió: “no dejemos que estas adversidades nos la roben, sino que con renovado vigor, y con encendida caridad hagamos todo el bien posible, para la gloria de Dios y para beneficio de nuestro prójimo, especialmente de nuestros alumnos y familias”.

A las autoridades nacionales

El arzobispo, tal como lo había señalado en su carta a las comunidades, envió una misiva al Ministro de Educación, Nicolás Trotta. Allí lo informó sobre la disposición de los colegios católicas para colaborar en medio de la emergencia.

Le expresó la dedicación de los docentes de las escuelas para atender a las necesidades, sobre todos en los barrios carenciados donde ofrecen contención para los chicos y sus madres y también asistencia alimentaria.

Eduardo Martín también le planteó una clara preocupación: “Solicitamos su intervención ante el Ministerio de la Producción para poder obtener créditos blandos o sin intereses y poder cumplimentar las obligaciones con el personal de las escuelas”, a fin de cubrir las “consecuencias económicas que conlleva esta situación, como por ejemplo el pago de los sueldos no cubiertos por el subsidio estatal”. Lo encomendó a Dios la tarea del ministro para “que lo ilumine y sostenga en su ardua labor, especialmente en esta hora dramática”.

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