Los obispos de Venezuela, en un nuevo comunicado, han denunciado la situación crítica que vive el pueblo: “En nuestra patria son muchos los que viven sumidos en la pobreza”, que sumado a la escasez de alimentos, medicinas, gas doméstico, gasolina y fallas crónicas de servicios públicos como el agua potable y luz eléctrica causan sufrimiento “a los venezolanos, especialmente a los más pobres, y conlleva el inminente peligro de violentos estallidos sociales”.
El reiterado llamado de los prelados a la ciudadanía es a permanecer en casa sin excepción para evitar la propagación del coronavirus, porque “todos juntos hemos de manifestar nuestra común preocupación y abrirnos a la solidaridad para ayudarnos mutuamente”.
“A las autoridades nacionales y locales deben atender esta situación antes de que se pueda agravar más”, han dicho en el texto, las autoridades de la Conferencia Episcopal: José Luis Azuaje, presidente y arzobispo de Maracaibo, Mario Moronta, primer vicepresidente y obispo de San Cristóbal, Raúl Biord, segundo vicepresidente y obispo de La Guaira, y José Trinidad Fernández, secretario general y obispo auxiliar de Caracas.
Otra de las peticiones que la Iglesia venezolana hace al gobierno “en discusión” de Nicolás Maduro es manejar la situación no solo desde “lo militar y policial”, pues en esta hora dura “urge la participación, asesoría y dirección de personal médico y científico cualificado, cualquiera que sea su condición social y política”.
“También es importante dar medidas fiscales que ayuden a enfrentar la situación. No basta decretar y ejecutar unos bonos solo para unos pocos”, señalan.
Los prelados han pedido de manera acuciante “soluciones concretas e inmediatas” tanto a los políticos del chavismo como a la oposición, para ello es indispensable que “se sienten a dialogar y a ponerse de acuerdo a favor del pueblo”, pero “se requiere evitar diálogos y encuentros superfluos, tranquilizantes de las conciencias de sus integrantes” y sin pensar que “se es dueño de la verdad”.
“Les pedimos una vez más que escuchen al pueblo. La gente sigue sintiendo que lo que más les preocupa son sus intereses particulares, sus cuotas de poder y los arreglos que puedan darse entre ustedes, sean del oficialismo como de la oposición”, sentenciaron.
También ha pedido que “la angustia de estos tiempos de crisis sanitaria no debe ser aprovechada ni para manipular conciencias, ni para pensar en componendas ni para pelear con descalificaciones mutuas”.
Los obispos venezolanos aprovecharon la ocasión para agradecer “el trabajo silencioso y decidido en estos tiempos de los sacerdotes, miembros de la Vida Consagrada y tantos agentes de pastoral de las Cáritas”.
A pocos días de celebrarse la Semana Santa “en condiciones muy particulares”, han recordado que “será un momento particular para ratificar nuestra fe y nuestra confianza en Dios” frente “a las dificultades que podamos tener” cada hogar debe ser un pequeño templo para la oración y la acogida de la Palabra y “fortalecernos como creyentes y ciudadanos”.
Foto: El Nacional