El Papa se encomendó esta mañana a santa Teresa de Calcuta ante la realidad que padecen los ‘invisibles’ ante la pandemia del coronavirus: “Pidámosle que nos enseñe el sentido de la cercanía a tantas personas que en la sociedad y en la vida permanecen ocultas, como las personas sin hogar y que en este momento de crisis se evidencia”.
Al comenzar la eucaristía matutina desde la capilla de Santa Marta, Francisco confesó estar abrumado “por una foto en el periódico de hoy que impacta el corazón”. “Hay tantas personas en hogar en la ciudad, que están ahí, en un aparcamiento… Muchos ‘sin hogar’ están así”. “Estos días de dolor y de tristeza, evidencian muchos problemas escondidos”, insistió.
Durante la homilía, el Papa recordó cómo Abraham “era y es un elegido” y a partir de su figura, abordó tres dimensiones de la vida cristiana: la elección, la promesa y alianza. “Ninguno elige ser cristiano entre todas las posibilidades del mercado religioso. Somos cristianos porque somos elegidos”.
Fecundidad en la fe
“En esta elección hay una promesa de esperanza y la señal es la fecundidad: seremos fecundos en la fe. Tu fe florecerá en obras buenas, en obras de fecundidad, la fe fecunda. Pero para ello hay que dar un paso más: la alianza”, señaló.
“Dios pierde la memoria cuando perdona los pecados. En los demás casos, no se olvida: su fidelidad con el pueblo es memoria”, comentó, y subrayó que “nos libera de nuestros pecados”. “Los pecados del camino van en contra de las tres elecciones que he señalado”, aclaró.