Riay Tatary, presidente de la Comisión Islámica de España, ha fallecido este lunes a los 72 años de edad, en un hospital de Madrid a consecuencias del COVID-19. De origen sirio, Tatary, que había llegado a España en 1970 para estudiar Medicina en la Universidad de Oviedo, era también imán de la Mezquita Central de Madrid y presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España.
Firme defensor del diálogo interreligioso, Tatari defendió siempre la necesidad de mostrar que el islam se caracteriza por un mensaje de paz y criticaba a quienes querían convertirlo en una arma contra quienes profesan otras religiones, como se ha visto durante los años más sanguinarios del fundamentalismo islámico, que tanto dolor ha acarreado, también entre los musulmanes.
Distinguido en 1998 con la Encomienda al Mérito Civil tras participar en la Comisión Asesora de Libertad Religiosa del Ministerio de Justicia, Tatary ha mantenido buenas relaciones con la Conferencia Episcopal Española, sobre todo tras la llega a la presidencia de Ricardo Blázquez.
Consciente de la necesidad de que la comunidad musulmana se integrase en las sociedades en las que se insertaba y que no formase guetos de donde podría surgir el virus del fundamentalismo, Tatari, en un hecho sin precedentes, encargó la elaboración de los libros de textos de religión musulmana al Grupo SM, consciente de que “la pedagogía” de la editorial de los marianistas era la adecuada para formar a las nuevas generaciones de musulmanes en la práctica y vivencia de la fe en una sociedad europea y desarrollada como la española.