La provincia de Bérgamo, situada en la región de Lombardía, es una de las zonas más sacudidas por la crisis del coronavirus en Italia. Por ello, el obispo de la diócesis, Francesco Beschi ha pedido a los sacerdotes que renuncian a tres meses de salario para crear un fondo de solidaridad dedicado a las familias en dificultad como acto de generosidad de la Iglesia local.
La cercanía de la Iglesia
Lo ha hecho a través de una carta firmada el pasado Domingo de Ramos en la que agradece a los presbíteros el ejercicio se su misión pastoral con valentía y sacrificio, a pesar de que algunos sacerdotes han caído enfermos, según ha publicado el diario Avvenire.
Para conseguir el “bien común”, el prelado les ha propuesto a los sacerdotes la renuncia al salario para sufragar iniciativas de ayuda. “La diócesis está trabajando en el proyecto de un fondo de solidaridad que testimonie la cercanía de la Iglesia en todas sus articulaciones, particularmente hacia la familia, el mundo del trabajo, nuestras instituciones educativas y asistenciales y los pobres”, señala el obispo. Por eso propone “renunciar a tres de nuestros salarios: es un fuerte sacrificio. Me parece importante que como hemos representado nuestra cercanía a todos en estas semanas, lo hagamos con un gesto significativo, porque muy exigente, también para el futuro próximo”, justifica.
Beschi, además, ha propuesto un gesto para recordar a los fallecidos en la tragedia. “A su debido tiempo, condicionado por las disposiciones del gobierno, quisiera celebrar, posiblemente en el cementerio monumental de la ciudad, una eucaristía por todos los difuntos; me parece oportuno que esto ocurra también en todas las parroquias”, apunta.