México

Sacerdote mexicano ofrece ejercicios espirituales para aprovechar la cuarentena del coronavirus





En esta época de confinamiento a causa del Covid-19, la Iglesia católica en México ha hecho de internet una herramienta fundamental para estar cerca de sus fieles, con misas, horas santas y reflexiones, y ahora también con talleres de espiritualidad.



Es el caso del sacerdote Jorge Ochoa, director del Centro Ignaciano de Espiritualidad, con sede en Guadalajara, quien ofrece un taller de ejercicios para vivir la Semana Santa y la Pascua, en particular, a partir de la espiritualidad de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús.

En entrevista para Vida Nueva, aseguró que este tiempo litúrgico –que coincide con el aislamiento obligado– es muy propicio para fortalecer el diálogo y la relación con Dios, y para lograrlo, cuenta con una experiencia de muchos años, que le han permitido estudiar y probar diferentes técnicas para llevar a la persona a un encuentro profundo con Dios.

En la primera sesión del taller, publicada este domingo 5 de abril, explica cómo debe ser el encuentro con Dios: “Primero meditaremos en cómo estamos llegando a estos Ejercicios Espirituales para que, en una conversación entre amigos, le cuentes a Dios cómo estás”. Y es que –dice– la relación personal con Dios “necesita de un mínimo de sinceridad. Esforcémonos en reconocer lo positivo y negativo con la mayor transparencia”.

La postura adecuada

En esta primera sesión, el sacerdote también precisa la importancia de la elección del lugar, la postura adecuada en presencia de Dios y cómo se hace una oración preparatoria; recomienda algunas lecturas bíblicas y ofrece claves para el diálogo profundo con Dios. Al final, sugiere realizar un examen de oración.

El padre Jorge aclaró que la idea original de estos Ejercicios Espirituales por You Tube surge del Centro Ignaciano de Espiritualidad Casa Kino de San Diego, Tijuana “y que ha sido acogida por muchos acompañantes del país y de otros Centros Ignacianos de Espiritualidad en México y en Latinoamérica”.

El arte como instrumento de espiritualidad

Por otro lado, el sacerdote jesuita comenta que en otros talleres ha llegado a utilizar el arte en todo lo que tenga que ver con la espiritualidad: “he desarrollado talleres que utilizan el arte para poder tener un discernimiento espiritual o para poder enseñar a la gente a orar, a tomar conciencia de lo que le sucede, para poder contemplar a Dios en su vida diaria”.

Jorge Ochoa suele utilizar por ejemplo la pintura de Van Gogh: “Primeros pasos” para ayudarle a las personas a ver cómo están en ese momento de su vida en su relación con Dios.

Respecto a la música, apuntó que pueden iniciar con una canción que “vaya dando pistas; puede ser religiosa o no; después un ejercicio de discernimiento corporal”.

“Cualquier expresión musical que surja del alma, de una cultura, de una sociedad, de un ser humano, va siempre premiada de Dios, y ahí hay que creerle al Concilio Vaticano II y a  San Justino Mártir, que decían que en todas las culturas está la semilla del Verbo; hay que escucharla con oídos espirituales y ahí está Dios”, dijo.

Por eso –añadió– “en los talleres espirituales puedo utilizar desde un canto religioso hasta una pieza de Álvaro Carrillo, sin distinción; es decir, uso lo que más nos sirva para acercarnos a Dios, puede ser una pieza del siglo XIV, de Cristóbal de Morales; lo importante es que nos ayude a tener un diálogo o un encuentro con Dios, que se refleje en una mejor vida con los demás”.

Finalmente, el también integrante del grupo musical Jesuitas Acústico, invitó a los fieles a escucharlos en su canal  You Tube de Jesuitas Acústico. “Las canciones son más desde nuestra espiritualidad ignaciana, pero también ponemos ritmos más mundanos donde también está Dios; es lo que queremos expresar, que en nuestra vida, en el mundo, con todas sus limitaciones, también está Dios y se quiere expresar en todo lo que el ser humano produce”.

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