“A pesar del avance de la pandemia del coronavirus en Colombia y la insistencia para que guardemos la necesaria cuarentena, en algunas regiones del país el conflicto armado se acentúa“. Es el caso del departamento de Chocó y de buena parte de la región del Pacífico, en el país, como lo ha referido el obispo de Quibdó, Juan Carlos Barreto, en esta Semana Santa.
Por eso, “desde la diócesis de Quibdó, y en nombre del papa Francisco, quien ha hecho un llamado para que se detengan todas las guerras del mundo”, el obispo ha pedido a los grupos, por medio de un video-mensaje, “un cese multilateral del fuego“, haciendo eco también al clamor de los pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos pobres de Colombia.
En repetidas ocasiones la Iglesia colombiana y, en particular, la diócesis Quibdó, ha advertido sobre la situación de violencia “insoportable” que azota a las poblaciones de Bojayá, Alto Baudó, Juradó y Bahía Solano, lo mismo que las regiones de Cauca, Nariño, Putumayo, el Catatumbo, y otros lugares del país.
“¡Los armados deben parar la guerra!”, implora el obispo Barreto, “ya no sabemos cómo decirlo”, continúa, “pero no nos cansaremos” de repetirlo.
“Los invitamos a cuidarse, a reflexionar y a convertirse“, exhortó el pastor, pidiendo también al Estado colombiano “actuar adecuada y eficazmente”. Su mensaje concluye con una oración al Dios de la paz, para que “ilumine la mente y ablande el corazón de los violentos”.