Vaticano

Giuseppe Schlitzer es el nuevo acicate contra el blanqueo de capitales del Vaticano





Giuseppe Schlitzer es el nuevo director de la Autoridad de Información Financiera del Vaticano (AIF), la entidad creada por la Santa Sede para luchar contra el blanqueo de capitales. Sustituye, de esta manera, a Tommaso Di Ruzza, cuyo mandato de cinco años finalizó el pasado 20 de enero, si bien desde octubre permanecía inhabilitado, tras filtrarse la investigación que ha destapado casos de corrupción en la gestión del patrimonio del Vaticano, el conocido como ‘Vatileaks 3’.



De esta manera, la Santa Sede ha anunciado hoy, 15 de abril, que el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, había nombrado a Schlitzer como director del AIF y, junto a él, a Federico Antellini Russo como subdirector. Este último, trabaja en la entidad desde 2015.

¿Quién es Giuseppe Schlitzer?

Graduado en Economía por la Universidad Federico II de Nápoles, se especializó en economía de los Estados Unidos en la Universidad de Chicago y en la Universidad George Washington. Es profesor de Finanzas Internacionales en la LIUC de Castellanza, así como autor de numerosos ensayos sobre macroeconomía y finanzas, gobernanza y ética empresarial.

En sus perfiles en las redes sociales se define, además, como “asesor independiente”, y ha ocupado cargos de responsabilidad en el Banco de Italia y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Es vicepresidente adjunto del Instituto Internacional Jacques Maritain, y en 2014 fue nombrado Caballero del Mérito de la República Italiana.

El Vatileaks 3

El pasado octubre el semanario italiano L’Espresso revelaba que la Fiscalía señalaba como sospechosos de los delitos de “malversación, estafa, abuso de poder y blanqueo de capitales” a cinco funcionarios de la Curia romana. Entre ellos, Tomasso Di Ruzza, director de la Autoridad de Información Financiera (AIF), y el sacerdote Mauro Carlino, antiguo secretario del del cardenal prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Becciu.

Según los informes, la Secretaría de Estado del Vaticano invirtió en 2014 alrededor de 200 millones de dólares para participar en el proyecto de compra de un edificio en el distrito londinense de Chelsea, con el objetivo de convertir la propiedad en apartamentos de lujo. En 2018, la Secretaría de Estado vaticana adquiriría el resto del proyecto.

El caso llegó a salpicar incluso al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, quien, presuntamente, habría ejercido como asesor en la compra, si bien el Gobierno italiano lo ha negado en todo momento. Por su parte, el cardenal Parolin, reconocía a finales de octubre, que el acuerdo de la Santa Sede para comprar el edificio “no era transparente”, y prometió “arrojar luz” sobre él.  

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