¿Ha ‘perdido’ España la fe en medio del coronavirus? Mientras en tiempos recios la gente siempre se ha agarrado a la espiritualidad, la realidad es que, según el Barómetro Especial de Abril del CIS, el número de creyentes católicos en nuestro país ha caído un 5,4% en plena Cuaresma marcada por el Covid-19. De hecho, el número de creyentes se sitúa en el 61,2%, la cifra más baja de la historia.
Los católicos practicantes se mantienen inmóviles en el 19,5%, mientras que son los no practicantes los que se quitan el apellido creyente para pasar a no creyentes, ateos y agnósticos, tres categorías que juntas suman ya el 36,1%, rozando casi los 4 de cada 10 españoles.
En esta ocasión, ante el estado de confinamiento, el Centro de Investigaciones Sociológicas obvia la otra frecuente cuestión sobre la fe, en la que se pregunta por la asistencia a misa, que suele situarse entre el 15 y el 20% de los católicos encuestados. La secularización sigue siendo acuciante en el nuevo milenio, puesto que la Iglesia ha perdido más de un 18% de fieles si se compara el dato con el 79,4% de católicos de abril de 2005, hace exactamente 15 años.
Los datos muestran una tendencia a la baja, que tiene pocos visos de frenarse si se atiende a los datos por edades, que muestran que se es más creyente cuanto más se avanza en edad. De hecho, solo el 37,6% de los menores de 24 años se declaran católicos y el 39,2% de los jóvenes de entre 25 y 34 años. Unas cifras que van aumentando según avanza el rango de edad. Así, el 76,4% de los jubilados se declaran católicos.
Las mujeres, al frente
Una vez más, son las mujeres quienes mantienen viva la fe. El 66,7% de ellas son creyentes, más o menos practicantes; mientras, el 55,5% en el caso de los hombres. Es decir, las mujeres sacan más de 11 puntos a los hombres.
En el cruce de datos según la escala de autoubicación ideológica, 43,6% de quienes más se sitúan a la izquierda se consideran católicos. Mientras, el 89,6% de quienes más se sitúan a la derecha. Entre los católicos practicantes, el porcentaje va ‘in crescendo’ a medida que se avanza hacia la derecha.
En relación al partido votado en las últimas elecciones generales de noviembre de 2019, el porcentaje de católicos practicantes varía del 13,5% de Podemos –incluidas todas sus confluencias– al 44,7% del PP. En medio, el 15,5% de los votantes del PSOE, el 22,9% de los votantes de Vox y el 19,9% de los de Ciudadanos.
En los cruces de datos, el CIS también atiende a la variable de estudios. Entre quienes no tienen estudios, el 41,3% se declaran católicos practicantes. Por contra, entre quienes tienen estudios superiores esta cifra cae al 16,8%.
Si se atienda a otras variables, como la clase social, la realidad es que los más ricos y los más pobres son quienes más se declaran católicos practicantes, superando en ambos casos la media nacional. Por su parte, es en la clase media donde se reduce unos puntos la practica católica si se cuenta la media de España.
Por último, con respecto al tamaño de la población, los datos muestran la desafección religiosa en las grandes ciudades. Y es que en los municipios de más de 1 millón de habitantes, la cifra de católicos baja al 54,2%, mientras que la media del país se sitúa en el 61,2%.
