Un rosario nacional desde el santuario pontificio de la Virgen de Pompeya unió a las nueve de la noche a toda Italia en oración por el fin de la pandemia por el coronavirus. Una oración –propuesta por los principales medios de comunicación religiosos del país en sintonía con la secretaría de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI)– transmitida este miércoles por televisiones y redes sociales para dar esperanza en el momento que se está viviendo.
Aunque la oración no es la única herramienta con la que se afronta esta crisis sanitaria que es también económica y social. La presidencia de la CEI ha comenzado a elaborar una estrategia de acción urgente para ayudar, principalmente a países africanos y otros en situación de pobreza ante la actual crisis mundial. Para ello, los obispos han asignado al Servicio de Intervenciones Caritativas en favor de los Países del Tercer Mundo y a Cáritas Italiana, 5 millones de euros para las intervenciones y 1 millón de euros para la formación. Los fondos provienen fundamentalmente de la asignación tributaria a la Iglesia por parte de los italianos a través de los impuestos, el habitualmente denominado “ocho por mil”.
Desde la CEI se quiere dotar a los países más necesitados y que están comenzando ya a afrontar las consecuencias de la pandemia las herramientas necesarias de protección en los centros de salud. Para ello, según han informado desde la CEI, se estudiarán los receptores de dicho material para que los beneficiados sean los proyectos que se desarrollan en las periferias y están más cercanos a la gente, para que se evite el contagio y el personal sanitario pueda seguir haciendo su labor.
Todos los proyectos a los que van destinadas estas cantidades son inminentes, ya que esperan llegar al momento inicial de la emergencia. Para ello, desde la CEI han establecido que desde las entidades se hayan llegar propuestas que se realizarían en un plazo de 3 meses como máximo.