La crisis sanitaria y social abierta por la irrupción del coronavirus implica medidas extraordinarias para los más vulnerables, entre estos las personas sin hogar que están consideradas población de riesgo por sufrir patologías previas a esta pandemia. Por ello, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios atiende a más de 200 personas sin hogar en sus centros de Madrid.
Tanto en el Albergue San Juan de Dios como el Centro Santa María de la Paz se vive en situación de confinamiento durante esta cuarentena por el coronavirus, volcándose en la atención de estar personas. Una realidad a la que se suma, según señalan desde la congregación, que “los dispositivos de acogida no están preparados para hacer frente a una crisis sanitaria” ya que son dispositivos de atención social que cuentan con una enfermería para los controles básicos, “muy lejos de estar dotados como centros hospitalarios”, explican.
“Las personas en situación de sin hogar están expuestas a mayores riesgos para la salud debido al estilo de vida obligados a adoptar”, mucho antes de que llegase la pandemia y las medidas adoptadas. Por ello, “sus condiciones de vida producen un efecto muy perjudicial para su salud dando lugar a enfermedades o cronificando las ya existentes”, indican.
Y es que, además del derecho a la salud, el estado en el que se encuentren estas personas “es un factor indispensable en la reinserción social y sanitaria”, reclaman. Para ello, en los centros de acogida se han implantado “todos los protocolos de prevención y control de la infección establecidos por las autoridades”. Junto a esto, se da información sobre prevención para evitar el contagio a los usuarios.
Según las normas, las personas sin hogar acogidas permanecen durante todo el día en los centros, reforzando la atención por parte de quienes les atienden. “Los profesionales les facilitan las gestiones imprescindibles en la medida de nuestras posibilidades para que no tengan que salir a la calle”, explican desde la entidad.