Un grupo de 6 médicos del hospital italiano de Prato, en la región cetral de la Toscana, encargados del cuidado de los pacientes con coronavirus han tenido una idea para cuidar, además, la salud espiritual de quienes viven en su carnes la pandemia. A través del capellán del hospital han pedido al obispo, Giovanni Nerbini, la posibilidad de dar la comunión a los pacientes y este se ha mostrado favorable.
Comunión con la humanidad sufriendo
El prelado los ha designado ministros extraordinarios de la eucaristía y así pueden distribuir la Sagrada Comunión a los infectados por el coronavirus. Según el periódico italiano Avvenire, el diario de la Conferencia Episcopal Italiana, el día de Pascua comulgaron más de 100 personas en el hospital.
“Lloré con los pacientes. Los hospitales son lugares de atención, pero no podemos separar el cuerpo del espíritu”, confiesa al periódico Filippo Risaliti, uno de los médicos que distribuyeron la Eucaristía. “Me di cuenta de que en la lucha contra el coronavirus, nuestro esfuerzo se centra demasiado en combatir los males físicos de los pacientes”, reflexionaba.
Este médico se sintió interpelado por las continuas llamadas de atención al personal sanitario que el papa Francisco está haciendo estos días para que estos sean “intermediarios de la Iglesia para las personas que sufren”. El capellán ayudó a los médicos portando el copón en el que las formas estaban separadas por gasas. A los enfermos entubados, los médicos les leyeron una oración para la comunión espiritual.
“Ha sido una de las experiencias más bellas que he vivido en mi vida como hombre, como cristiano y como médico”, aseguraba Lorenzo Guarducci otro de los médicos. Para él, la comunión ha sido una forma de recordar la unión con su familia a la que, por precaución, lleva un mes sin ver: “este gesto me permitió reunirme con mis seres queridos a través del Señor”.