El asesinato de Franklin Pineda, capellán del Cementerio del Este, ubicado en el municipio El Hatillo de Caracas, capital de Venezuela, el pasado domingo de resurrección, en plena cuarentena del coronavirus, ha causado conmoción en el país.
Varios medios han publicado que Pineda era sacerdote, sin embargo en un comunicado, la arquidiócesis de Caracas ha aclarado que el occiso era “un laico que cumplía, de una manera ejemplar, con el ministerio de la esperanza, celebrando exequias desde hace más de 20 años en el Cementerio del Este”. Han hecho llegar sus condolencias y cercanía a sus familiares.
La hipótesis que manejan hasta el momento las autoridades policiales es la del robo. El hombre fue hallado muerto en el interior de su vivienda en el populoso barrio La Candelaria, donde fue golpeado, asfixiado y apuñalado por sus agresores.
No obstante otras versiones, recabadas por los peritos de la policía, apuntan a que los asesinos no se llevaron objetos de valor, y las puertas como ventanas no estaban forzadas, por lo que se presume que los delincuentes lo interceptaron antes de entrar a su casa o Pineda los conocía y les permitió entrar.
Las averiguaciones del caso continúan. Según allegados a la víctima, el capellán era muy querido entre vecinos del Cementerio del Este como de El Cafetal, por lo que piden a las autoridades aclaren los hechos lo más pronto posible.
Foto: El Universal