Misa del Domingo de la Divina Misericordia. Celebración retransmitida en directo por Telearchena, televisión local de Murcia. El celebrante, el párroco de la localidad y vicario episcopal de Cieza-Yecla (Diócesis de Cartagena), Alfonso Albuquerque. En su homilía, tras poner en valor el trabajo de los sanitarios, el sacerdote entra en materia para, en cinco minutos, cargar contra la supuesta persecución del Gobierno a la Iglesia, el ocultismo con las cifras de fallecidos a causa del coronavirus y el también supuesto espionaje gubernamental a los teléfonos móviles de los españoles, curas incluidos.
Al comenzar su alocución, el sacerdote llama a los cristianos a “defender nuestra fe a capa y espada, sin temor a la muerte, pero con miedo a la mentira”. Y es que, según sus palabras, “en nuestros medios informativos de cualquier televisión nacional, unos por ser del Gobierno y otros por estar sufragadas por el Gobierno, no han dicho absolutamente nada de todo el bien que la Iglesia está haciendo en este tiempo de pandemia del Covid-19″. “Ninguno”, asevera Albuquerque a pie de ambón.
El cura continúa su sermón poniendo el foco en los muertos. “Son más de 20.000 los compatriotas que han fallecido. Muchos de ellos sanitarios. Más de lo que dicen las cifras, nos siguen engañando, hermanos, y esto nos lleva a acudir a Dios para pedirle por tantísimos miles de españoles que han muerto en el silencio de la soledad”, afirma.
Las comparecencias diarias del Comité Técnico, encabezado por el doctor Fernando Simón, son para el sacerdote “un desfile de parodia nacional, una chirigota”. Y añade: “Es una burla salir diariamente a decir cuántos muertos llevamos, y no ser exactamente esos”.
Siguiendo con su homilía, Albuquerque anima a sus fieles a no callar. “Cuántos somos capaz de hacer el bien sin salir desde nuestros hogares con un Gobierno que no está sacrificando absolutamente nada, viviendo del engaño, del silencio, ocultando la verdad: eso se llama mentir. Y ante esto, hermanos, no nos podemos callar. Es tiempo de unificar fuerzas para vencer al enemigo que nos mata, pero también es tiempo de una fuerte crítica hacia aquellos que nos gobiernan desde un desgobierno central y que están creando una gran paranoia nacional”, afirma.
Albuquerque habla de una persecución del Gobierno a la Iglesia, y lo explica con este ejemplo: “Podemos celebrar entierros en la puerta del cementerio con tres personas y el sacerdote, y luego en el super nos encontramos varias decenas y decenas de personas que ni guardan la distancia de seguridad”. Y se pregunta para autocontestarse a renglón seguido: “¿Qué está pasando, hermanos? Ahí no hay verdad, hay persecución, mentira. Y si hay mentira y hay engaño, no puede haber paz”.
No finaliza su alocución sin resaltar el supuesto espionaje gubernamental. “El control de los móviles también se está haciendo, lo habéis notado en vuestros móviles y lo he notado yo”, dice con rotundidad. En una última intervención, el párroco de Archena vuelve a Jesús para resaltar que “las críticas están creciendo cada vez más, pero hoy se manifiesta Jesús y en medio de ese dolor se manifiesta la esperanza”.